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Temas públicos.

Combate al crimen organizado: la necesidad de una política nacional, es el título de una publicación del Instituto Libertad y Desarrollo.

Es indispensable diseñar una política de Estado, nacional y transversal.

11 de enero de 2021

La delincuencia organizada es una realidad que ya se ha instalado en Chile. El proyecto de ley que presentó el Gobierno es una buena señal para avanzar en su prevención y control, pero no es suficiente para abordar el fenómeno de manera integral. Para esto, se deben lograr los acuerdos necesarios para avanzar en la agenda legislativa pendiente en el Congreso, la cual complementará y ampliará el alcance del proyecto ingresado por el Ejecutivo.

Adicionalmente, es fundamental avanzar en una política nacional contra el crimen organizado, que cuente con las visiones y aprobación de diversos sectores y actores que pueden aportar con propiedad en este tema. Sólo un modelo integral, transversal e interinstitucional será capaz de abordar un tema de esta relevancia para la población cada vez más presente en nuestro país.

Para eso es indispensable diseñar una política de Estado, nacional y transversal que abarque, al menos, los siguientes elementos:

1. Diagnóstico: contar con estadísticas actualizadas y la visión de diversos actores para analizar la situación real del fenómeno y obtener una mirada integral de lo que se debe abarcar. Sin embargo, esto no debe retrasar el diseño ni la implementación de la política cuando ya se sabe que la amenaza es real.

2. Delitos priorizados: evaluar los delitos a incluir en la política sobre la base de la evidencia. Si bien el narcotráfico es el más conocido -y la violencia que éste trae asociada- es fundamental incluir otros que, aunque emergentes, pueden significar un deterioro importante de la seguridad e institucionalidad. Entre estos delitos se encuentran el terrorismo, el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas, el lavado de activos y el contrabando. Adicionalmente, se requiere revisar el origen de estos delitos para poder prevenirlos antes que se conviertan en flagelos inabarcables. En el caso del narcotráfico, una mirada a la desviación de precursores químicos -sustancias legales que se utilizan para fabricar o abultar drogas, presentes en grandes cantidades en nuestro país- pueden ayudar a entender el negocio y combatirlo más eficazmente.

3.Foco territorial: las diversas realidades en las diferentes zonas del país hacen que los delitos tengan características específicas que deben abordarse con estrategias diferenciadas. Así como en el norte la permeabilidad de la frontera permite la presencia de delitos transnacionales como el narcotráfico, tráfico ilícito de migrantes, contrabando o trata de personas, en el sur los principales delitos asociados a grupos organizados son los relacionados a la violencia y la delincuencia rural. Por su parte, la zona centro concentra los delitos más violentos, los cuales no sólo tienen mayor connotación pública, sino que producen un mayor temor en la población. La política debe poder focalizarse de acuerdo a las características particulares de las zonas y de los delitos específicos en cada una de éstas.

4. Modelo de trabajo: se debe definir una metodología sobre la cual implementar las acciones propuestas en la política, la que debe incluir necesariamente objetivos claros y evaluables a los que se pueda realizar un seguimiento constante y verificar su cumplimento. Estas acciones deben estar enfocadas en la prevención, control y persecución del crimen organizado, permitiendo impactar en sus redes de distribución y logística en las que operan las organizaciones criminales, sus integrantes, y su patrimonio.

5. Experiencia comparada: para todo proceso de construcción de política pública -más aún de política nacional- es necesario revisar qué se ha hecho en otros lugares del mundo y qué ha funcionado y qué no. Si bien no necesariamente una política que ha sido exitosa en un lugar específico lo será en otro, sí es importante mirar otras experiencias para aprender de ellas. En este sentido, se podría mirar los ejemplos de Estados Unidos en su batalla contra la violencia de pandillas; la experiencia europea de creación de un centro multilateral para el cuidado de sus fronteras; el modelo argentino de centro de fusión de información multiagencial o la instancia franco -española de integración policial, todas experiencias exitosas que en la actualidad abordan el crimen organizado transnacional.

6. Articulación interinstitucional: la delincuencia organizada es un fenómeno complejo que se debe abordar desde diversos sectores dentro del Estado. Actualmente existen servicios en varios ministerios que aportan para su prevención, control y persecución. Así, se debe potenciar y fortalecer la coordinación entre estas instituciones, que incluyen a Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Gendarmería de Chile, Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante, Dirección General de Aeronáutica Civil, Servicio Nacional de Aduanas, Dirección General de Movilización Nacional, Unidad de Análisis Financiero, entre otras. En este contexto, habrá que evaluar la pertinencia de crear una institucionalidad que reúna estas instituciones para hacer más eficiente el combate contra el crimen organizado.

7. Actores diversos: un tema tan complejo y multifactorial como el delito, tanto en su origen, como en su manera de prevenirlo o controlarlo, a la hora de construir una política es clave contar con la participación de actores de sectores diversos y transversales. Además del sector público se debe incluir al sector privado, tanto desde el mundo empresarial, como de la sociedad civil; y la comunidad internacional, desde otros estados, agencias internacionales de cooperación (como UNODC, la DEA, EUROPOL, entre otras), instituciones pares para abordar temas de manera conjunta, entre otros.

8. Recursos focalizados: si bien existen recursos en diversas instituciones y muchos de ellos con destinos similares o complementarios a la lucha contra la delincuencia organizada, es indispensable contar con recursos particulares para este fin, especificados anualmente en la Ley de Presupuestos. Sin embargo, para que esos recursos cumplan con su objetivo, es fundamental desarrollar previamente planes de inversión plurianuales conjuntos entre las diversas instituciones, de manera que todas sepan con qué cuentan, cuáles son los objetivos y cuáles son las brechas financieras para alcanzarlos.

9. El crimen organizado muta con más velocidad que la capacidad del Estado de adecuarse a las nuevas estrategias para derrotarla. Así, la política, si bien debe buscar ser un acuerdo transversal con miras a largo plazo, requiere también de la flexibilidad para adaptarse a los nuevos tiempos y la profesionalización de quienes se dedican a este negocio ilícito.

 

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