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Imagen: Confilegal
Ketanji Brown Jackson tiene 51 años, está casada y tiene dos hijos. Barak Obama la nombró en su día juez del Tribunal de Distrito de Columbia y ahora el nuevo presidente, Joe Biden, la quiere en la Corte Suprema; una promesa electora que hizo durante la campaña.
Opinión.

«Biden propone a Ketanji Brown Jackson como juez de la Corte Suprema: será la primera mujer negra de su historia», por Enrique de la Llave.

Cuando estaba en campaña electoral, Biden había prometido que nominaría a una mujer afroamericana para la Corte Suprema cuando llegara el momento, si llegaba. Y el momento ha llegado con el anuncio de Breyer de jubilarse.

2 de marzo de 2022

En una reciente publicación del medio español Confilegal se da a conocer el artículo «Biden propone a Ketanji Brown Jackson como juez de la Corte Suprema: será la primera mujer negra de su historia», por Enrique de la Llave.

Afirma que cuando el presidente de los Estados Unidos propone un candidato para la Corte Suprema de esa nación y el Senado da su visto bueno, el elegido sabe que ocupará de por vida, hasta que se muera, ese puesto, a menos que decida retirarse antes.

Es el caso del juez Stephen Breyer, liberal (equivalente a progresista en nuestro país), quien fue elegido en 1994 por el presidente Bill Clinton. Tenía entonces 56 años. Ahora, cuando se acerca a los 84, ha optado por la jubilación voluntaria y no morir con las botas puestas, como la juez Ruth Bader Ginsburg, que falleció en el cargo con 87 años en septiembre de 2020.

Así se lo hizo saber al presidente Biden el pasado mes de enero. Cuando estaba en campaña electoral, Biden había prometido que nominaría a una mujer afroamericana para la Corte Suprema cuando llegara el momento, si llegaba. Y el momento ha llegado con el anuncio de Breyer de jubilarse.

Desde entonces, según fuentes de la Casa Blanca, se ha llevado a cabo un riguroso proceso para encontrar un sustituto.

Alguien con credenciales «excepcionales, carácter intachable y dedicación inquebrantable al estado de derecho».

Una persona comprometida con la justicia equitativa bajo la ley y que entienda el profundo impacto que las decisiones del Tribunal Supremo tienen en la vida del pueblo estadounidense.

La persona elegida es la juez de color Ketanji Brown Jackson, de 51 años, «una de las mentes jurídicas más brillantes de nuestra nación; tiene una experiencia inusual en nuestro sistema legal, lo que le da la perspectiva para ser una jueza excepcional».

¿QUIÉN ES KETANJI BROWN JACKSON?

La juez Jackson nació en Washington, DC y se crió en Miami, Florida. Sus padres asistieron a escuelas primarias segregadas y luego a colegios y universidades históricamente negros.

Ambos comenzaron sus carreras como profesores de escuelas públicas y se convirtieron en líderes y administradores del sistema de escuelas públicas de Miami-Dade.

Cuando la juez Jackson estaba en preescolar, su padre estudiaba derecho.

En una conferencia de 2017, la juez Jackson explicó que su amor por el derecho se remonta a que se sentaba junto a su padre en su apartamento mientras él hacía sus deberes de la facultad de derecho –leer casos y prepararse para el interrogatorio socrático– mientras ella hacía sus deberes de preescolar: colorear libros.

La futura juez de la Corte Suprema Estadounidense –una suerte de Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional en uno– destacó por su alto rendimiento durante toda su infancia.

Fue una estrella de la oratoria y el debate, y fue elegida «alcaldesa» de Palmetto Junior High (Secundaria) y presidenta del cuerpo estudiantil de Miami Palmetto Senior High School.

Sin embargo, al igual que muchas mujeres negras, la juez Jackson tuvo que enfrentarse a los detractores. Cuando le contó a su orientador de la escuela secundaria que quería ir a Harvard, éste le advirtió que no debía poner sus «miras tan altas».

Una opinión que ni la frenó ni la detuvo. Se graduó «magna cum laude» en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, donde fue editora de la Harvard Law Review.

Después, Jackson fue asistente legal de la juez Patti B. Saris del Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Massachusetts de 1996 a 1997, y más adelante lo sería del juez Bruce M. Selya del Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de EE. UU. desde 1997 a 1998.

Pasó un año en la práctica privada en el bufete de abogados Miller Cassidy Larroca & Lewin con sede en Washington, DC (ahora parte de Baker Botts), y posteriormente trabajó para el juez Stephen Breyer de la Corte Suprema de EE. UU. de 1999 a 2000.

Jackson trabajó como abogada de 2000 a 2003. Y de 2003 a 2005, fue asesora especial adjunta de la Comisión de Sentencias de los Estados Unidos.

De 2005 a 2007, fue asistente del defensor público federal –lo equivalente a nuestro turno de oficio– en el Distrito de Columbia, donde llevó casos ante la Corte de Apelaciones de EE. UU. para el Circuito del Distrito de Columbia. De 2007 a 2010, Jackson fue litigante de apelaciones en Morrison & Foerster.

En septiembre de 2012, el presidente Barak Obama la nominó para ser juez del Tribunal de Distrito de Columbia, puesto que ha ocupado desde el 26 de marzo de 2013 hasta el pasado 17 de junio de 2021. Esa fecha tomó posesión como juez federal para la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, una responsabilidad para la que fue elegida por Biden.

La juez Jackson vive con su marido, Patrick, y sus dos hijas, en Washington, DC.

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