La moción, patrocinada por los Senadores Karim Bianchi, Francisco Chahuán, Sebastián Keitel, Alejandro Kusanovic y la Senadora María José Gatica, regula la hora oficial en el territorio nacional.

Los autores señalan que una de las consecuencias de la longitud y orientación de nuestro país, es una notable heterogeneidad en los tiempos de exposición a la luz solar, en todas las estaciones del año.

Exponen que parte de nuestra evolución y desarrollo se debe a los “ciclos circadianos”, ciclos de actividad metabólica que responden tanto a las variaciones diarias como a las estacionales de luz, temperatura y otras que no percibimos conscientemente. Estos ciclos regulan nuestro humor, nuestro ánimo, nuestra capacidad de concentración, nuestra productividad, y muchas otras características de nuestra personalidad.

Agregan que la actividad del reloj interno, además de regular nuestro estado de alerta, regula un sin número de otras funciones internas, como ritmos de temperatura y de hormonas, entre ellas el de la melatonina, también conocida como «hormona del sueño», y de los glucocorticoides, los cuales regulan muchas funciones en diferentes tejidos, cómo por ejemplo, la respuesta inflamatoria de los pulmones.

Señalan que los efectos sobre el ciclo circadiano son severos cuando hay cambios horarios. Por ello, la recomendación basada en la biología sería la de eliminar los cambios de horario, porque el cambio de horario de la primavera, en el cual el amanecer se adelanta, significa que las personas se despiertan con un déficit de una hora de sueño adicional.

En respuesta a esta situación, algunos países europeos han solicitado a la Unión Europea eliminar los cambios de horario: las ventajas en términos de ahorro en materia energética ya no existen, dejando al descubierto solamente las desventajas de esta medida sobre la salud y el desempeño, entre ellas: aumentos en el riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes, aumento en depresión y en el consumo de tabaco; exposición a mayor contaminación atmosférica al comienzo del día e incremento en el ausentismo escolar.

Si bien la principal causa a nivel nacional e internacional de realizar cambios horarios es optimizar el uso de la energía en diferentes sectores, el Centro de Estudio de los Recursos Energéticos, en base a la información disponible de la demanda eléctrica 2016 para la ciudad de Punta Arenas, determinó que el beneficio de tener un horario de invierno, en términos de ahorro energético, es numéricamente marginal para la ciudad de Punta Arenas encontrándose en el caso más optimista bajo un 0,5%. Por tanto, si se quiere privilegiar el ahorro energético, por pequeño que este sea, el análisis demuestra que debiera eliminarse el horario de invierno y extender el horario de verano a todo el año generando un ahorro en el consumo eléctrico de los clientes residenciales de Punta Arenas de un 1%. Sin embargo, este bajo nivel de ahorro sugiere que la decisión final de un determinado sistema horario no debiera considerar al tema energético como variable significativa.

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En razón de lo expuesto, el proyecto de ley en cuestión deroga la Ley N° 8777 de 1947, estableciendo que la hora oficial de Chile se determinará y expresará de conformidad al estándar Universal Time Coordinated (UTC). En segundo lugar, indica que la hora oficial de Chile continental, exceptuando la Isla de Pascua y la isla Salas y Gómez, corresponderá a la de UTC3.

El proyecto se encuentra en primer trámite constitucional y será analizado en primer lugar por la Comisión de Salud y, posteriormente, por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado.

Vea Boletín Nº15.114-06 y siga su tramitación aquí.