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«El cine, un instrumento eficaz para denunciar las imperfecciones de la Justicia», por Javier Nistal Burón.

La Justicia se puede convertir en injusta con excesiva facilidad, al degenerar en un instrumento de abusos y atropellos por parte de quienes la administran. El cine es un instrumento eficaz para denunciar sus imperfecciones. Sobre estas líneas, un fotograma de la mítica película «Matar a un ruiseñor», sobre la que también trata esta columna de Javier Nistal.

28 de julio de 2022

En una reciente publicación del medio español Confilegal se da a conocer el artículo «El cine, un instrumento eficaz para denunciar las imperfecciones de la Justicia», por Javier Nistal Burón, Jurista del Cuerpo Superior de Instituciones Penitenciarias.

Junto al amor, quizás sea la cuestión de la justicia el otro gran argumento del cine que con más habitualidad se refleja en la Gran Pantalla. Podríamos afirmar, que casi todo el cine es “jurídico”, dado que las películas acaban reflejando casi siempre problemas éticos, morales, sociales, familiares, económicos, políticos, legales etc., bajo el prisma de lo justo o de lo injusto.

En concreto, y por lo que se refiere al funcionamiento del sistema judicial, el cine ha constituido, sin duda, un buen instrumento metodológico para denunciar las imperfecciones de este funcionamiento, porque conecta con los sentimientos y las emociones de los espectadores, lo que permite interiorizar aquellos mensajes que se pretenden trasladar, sin duda, “una imagen vale más que mil palabras”.

Existe un buen número de películas, que constituyen críticas profundas a ciertos aspectos de la justicia, poniendo de manifiesto que ésta se puede convertir en injusta con excesiva facilidad, al degenerar en un instrumento de abusos y atropellos por parte de quienes la administran.

Y es que, muchas veces, el “sistema judicial” lejos de estar por encima y al margen de las personas, como debería ser, forma parte de un régimen político concreto, de una estructura de poder determinada y/o de unos intereses particulares que acaban pervirtiéndola por completo.

CUANDO LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN

Las películas, muchas basadas en hechos reales, han utilizado como líneas argumentales para denunciar las imperfecciones del sistema judicial, entre otras: la corruptela institucional, los intereses políticos, la politización de la justicia, la falta de valores éticos y morales de las personas que la administran, las presiones mediáticas y, hasta el propio modelo judicial.

1. MEDIANTE EL ARGUMENTO DE LA CORRUPTELA INSTITUCIONAL

Que busca culpables prescindiendo de si las confesiones son o no auténticas, incluso si a costa de ello los verdaderos responsables quedan impunes, todo ello con el objetivo de mantener la hipócrita fachada del orden y control, sin detenerse a pensar en la cantidad de vidas que se pueden arruinar por el camino.

Es un buen ejemplo el que se refleja en la película “En el nombre del padre” (año 1993, Irlanda. Dirección: Jim Sheridan).

Basada en hechos reales, describe la odisea de un grupo de amigos en las cárceles británicas acusados de unos hechos que no cometieron, que jamás pudieron haber cometido y, cuya detención, y posterior condena se produjo sobre la base de un interminable proceso de interrogatorios con presiones y torturas.

2. MEDIANTE EL ARGUMENTO DE LOS INTERESES POLÍTICOS

En estos casos no se trata de posibles errores judiciales, o no solamente (caso del “Crimen de Cuenca” año 1979, España. Dirección: Pilar Miro), sino del encarcelamiento premeditado de quien se sabe que no es culpable, con el fin de “vender” esa detención a la opinión pública.

Es un buen ejemplo el caso real que relata la película “Sacco y Vanzetti” (año 1971, Italia. Dirección: Giuliano Montaldo).

La historia de Sacco y Vanzetti, tal como es presentada en la película, es todo un ejemplo de la instrumentalización del sistema de justicia en defensa de los intereses políticos de una mayoría, que entendió la condena como un escarmiento.

Los dos anarquistas fueron ejecutados por ser tales y como advertencia para otros. La película está concentrada en el juicio, donde queda patente la falta de pruebas y la resolución injusta.

Estos intereses hacen, que más que el conocimiento de la verdad, se busquen unos responsables confesos para poder complacer a las jerarquías políticas, a la prensa, o a una sociedad atemorizada. Lo que retrata la falsedad de los valores de dicha sociedad y, pone en evidencia la mentira y la nula la credibilidad en el sistema, convirtiendo al ciudadano en una víctima de la propia justicia.

Es el caso que se denuncia en la película “Huracán Carter” (año 1999, EEUU. Dirección: Norman Jewison).

Basada en hechos reales, narra la historia de Rubin «Huracán Carter», un hombre de raza negra, que se sobrepuso a su problemática juventud y se convirtió en un aspirante al título de los pesos medios de boxeo.

Sin embargo, sus sueños se verían truncados en junio de 1966, cuando fue injustamente acusado de un triple asesinato ocurrido en un Bar de Nueva Jersey. Condenado en un juicio lleno de errores, Carter fue encerrado en prisión con tres cadenas perpetuas.

3. MEDIANTE EL ARGUMENTO DE LA POLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA

Que supone la dependencia del poder judicial del poder ejecutivo y éste del aparato de los Partidos Políticos. Esta “politización” daña esencialmente la independencia del poder judicial, cuyas actuaciones deberían regirse por el único criterio de los principios del derecho y la legislación vigente, sin interferencia alguna de factores de carácter externo en la toma de decisiones. Esto se denuncia, claramente, en la película “Senderos de Gloria” (Año 1957, EEUU. Dirección: Stanley Kubrick).

Tras una terrible batalla, unos soldados se enfrentan a un angustioso consejo de guerra acusados de cobardía. Los oficiales se llevan toda la gloria de las victorias y, con la excusa de animar a las tropas, organizan consejos de guerra y juicios con sentencias absurdas, ya dictadas de antemano.

4. MEDIANTE EL ARGUMENTO DE LA FALTA DE VALORES ÉTICOS Y MORALES DE LAS PERSONAS QUE ADMINISTRAN JUSTICIA

Todo sistema de judicial depende para ser justo o injusto de la actitud de los hombres que lo encarnan. El incumplimiento de los deberes profesionales del personal que administra justicia (jueces, abogados, fiscales etc.) lleva a quefalsos culpables tengan que demostrar su inocencia, o viceversa. Podemos citar, como más significativa la película “Anatomía de un Asesinato” (año 1959, EE.UU. Dirección: Otto Preminger).

El protagonista no se esfuerza por demostrar la inocencia de un acusado, lo que sería lo natural, sino algo realmente temible y duro, defender con todas las argucias posibles a un verdadero culpable de cometer un crimen.

En otros casos, es el rigor de un juez soberbio e inclemente, que sin las pruebas necesarias precipita a quien cae bajo su jurisdicción a una condena injusta. Así se puede comprobar en el Film “El Juez de la Horca” (año 1972, EE.UU. Dirección: John Huston). Una historia sobre un hombre que consigue erigirse en juez, ejecutor y única ley, frecuentemente arbitraria, de un territorio sin ella.

5. MEDIANTE EL ARGUMENTO DE LAS PRESIONES MEDIÁTICAS

Son los llamados juicios paralelos que hace la opinión pública, donde ya de antemano la persona está condenada y de los que, desgraciadamente, tantos ejemplos existen. Conocida con la denominación de “pena mediática”, se aplica con relativa frecuencia, sobre todo, a personajes que son relevantes socialmente (famosos). Uno de estos ejemplos en el cine es el que se denuncia en la película “Matar a un Ruiseñor” (año 1962, EE.UU. Dirección: Robert Mulligan).

El protagonista encarna a un abogado en un pueblo sureño de Estados Unidos, respetado por todos, que acepta defender a un joven negro que es acusado de haber violado a una mujer blanca. A

unque las pruebas son débiles, la comunidad ya consideró culpable al sospechoso, desde un primer momento, y reprocha al abogado el hacerse cargo de su defensa.

6. MEDIANTE EL ARGUMENTO DEL PROPIO MODELO JUDICIAL

Las películas americanas han desarrollado en el cine un modelo de justicia de juicio por Jurados, donde tan fácilmente se puede condicionar el fallo. Lo comprobamos en el Film “Doce hombres sin piedad” (1957, EE.UU. Dirección: Sidney Lumet).

Una película sobre la construcción del veredicto, en la que el personaje que encarna Henry Fonda es el único de los doce que se toma con verdadera actitud cívica el papel que le ha tocado y se empecina en discutir la certeza de los hechos con los otros once miembros.

CONCLUSIÓN

La confianza en la Administración de Justicia es un valor fundamental en un Estado de derecho, porque el individuo debe tener la seguridad de que el peso de la ley recaerá solamente sobre quien resulte ser el verdadero responsable de la conducta criminal.

Las películas sobre juicios se han convertido en un buen instrumento de denuncia de todos los vicios que existen en el sistema judicial y de recordatorio de que lo que ha ocurrido en el pasado puede volver a repetirse, lo que de hecho ocurre cada día y, en cualquier parte del mundo, especialmente, en aquellos modelos judiciales que se alejan de los principios y valores propios de un Estado de derecho.

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