El proyecto de acuerdo, patrocinado por los Senadores Sebastián Keitel, Pedro Araya, Karim Bianchi, Juan Castro González, Rojo Edwards, Álvaro Elizalde, Fidel Espinoza, Iván Flores, Francisco Huenchumilla, José Miguel Insulza, Felipe Kast, Alejandro Kusanovic, Carlos Kuschel, Ricardo Lagos, Kenneth Pugh, Jaime Quintana, Gastón Saavedra, Gustavo Sanhueza, Jorge Soria, Enrique Van Rysselberghe, Esteban Velásquez y Matías Walker y las Senadoras Fabiola Campillai, María José Gatica, Claudia Pascual, Ximena Rincón y Alejandra Sepúlveda, solicita al Ejecutivo que se sirva gestionar la incorporación de criterios de eficiencia hídrica en viviendas sociales, conforme a las necesidades económicas y climáticas vigentes y futuras del país.
Los autores de la iniciativa plantean que la vivienda social en Chile nace para dar solución a los problemas habitacionales que se incrementaron en el siglo XIX. Explican que, generalmente, las viviendas sociales se encuentran insertas en copropiedades, en forma de conjuntos habitacionales, el que se entrega urbanizado y equipado con juegos infantiles, sede social y áreas verdes. Este tipo de conjuntos habitacionales se denominan “condominios sociales”.
Por otro lado, plantean que la escasez de agua es una problemática que afecta al desarrollo económico de distintas ciudades del país. Añaden que el crecimiento económico implica que en la ciudad se realicen proyectos que generan nuevas fuentes de trabajo, con ello el requerimiento de mano de obra, lo que produce un acelerado crecimiento poblacional. De esta forma, comienza la construcción de nuevas viviendas y espacios públicos y privados, diseñados con áreas verdes, destinados a la recreación de los habitantes.
Observan que el crecimiento urbano de las ciudades ha provocado un aumento drástico en la demanda de agua para el uso de las actividades productivas y para el consumo de la población. Agregan que el crecimiento de la minería y la agricultura de exportación, sumado al aumento de la población y la expansión urbana, seguirán ejerciendo una significativa presión sobre las reservas de agua de las regiones y las ciudades.
Advierten que el no contar con el recurso suficiente para abastecer a toda la demanda, provocará un impedimento para el desarrollo de actividades y con ello un estancamiento del crecimiento urbano. Por ello, superar o disminuir la escasez de agua es uno de los principales desafíos para que el desarrollo de la ciudad se lleve a cabo adecuadamente.
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En virtud de lo expuesto, la iniciativa busca solicitar al Ejecutivo instruir a los Ministerios de Hacienda, Vivienda y Urbanismo y Medio Ambiente, a fin de que se gestione con celeridad todo lo pertinente para incorporar criterios de eficiencia hídrica en viviendas sociales, conforme a las necesidades económicas y climáticas vigentes y futuras del país.
El proyecto quedó para ser votado en su oportunidad por la Sala del Senado.