El 61% de las denuncias ante la Superintendencia de Medioambiente, en los últimos años, es por ruidos y olores. Este contexto sustenta un proyecto aprobado en general por la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, cuya finalidad es abordar legalmente la contaminación odorífica.
Para sus fines, la propuesta modifica la Ley 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente. Allí se propone crear una referencia expresa al olor como elemento capaz de producir contaminación ambiental.
Además, establece una definición de contaminación odorífera que permite orientar las distintas regulaciones sectoriales que se están elaborando en la materia.
Particularmente, la definición señala que “es aquella provocada por el hombre o por la naturaleza, de manera directa o indirecta, con determinados componentes, que tengan como consecuencia la producción de efectos perjudiciales o que provoquen molestias, daño o perturbación olfativa excesiva”.
La presidenta de la instancia legislativa, diputada Clara Sagardia, informó que el plazo para presentar indicaciones será hasta el 15 de septiembre.
Previo a la votación expusieron diversos invitados, entre ellos, el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño. Señaló que la contaminación odorífica es un tema de creciente preocupación como causa de molestias a la población.
“Es un avance importante este proyecto de ley. Tenemos una deuda como país de considerar el olor de manera expresa como contaminante”, acotó.
Asimismo, planteó que es relevante establecer un reglamento sobre olores.
Mirada de vecinos
Entre los testimonios recibidos estuvo el de la concejala de la comuna de Codegua, Claudia Zamora. Recalcó que la provincia de Cachapoal, perteneciente a la región del Libertador General Bernardo O’Higgins, concentra más del 80% de la producción nacional de cerdos y aves. De ahí, la existencia de diversos focos de malos olores, muchos de ellos afectando a la comuna de Codegua.
“Los principales y más potentes malos olores son los emitidos por planteles de crianza de aves y cerdos; lagunas para el tratamiento de purines; traslado de residuos entre comunas y traslado de mortandad (de animales muertos)”, detalló.
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Zamora relató que existen innumerables impactos en la vida cotidiana de los vecinos de la comuna. Entre ellos, destacó la presencia de moscas y proliferación de larvas. Igualmente, afectación en la plusvalía de las propiedades, aislamiento y estigmatización por malos olores en la ropa y en la vivienda.
Además, expusieron las representantes de la Junta de Vecinos “Alto La Candelaria”, de la comuna de Mostazal, Ana Santander y Evarista Espinoza. Comentaron que la zona enfrenta desafíos por emisiones de olores de empresas sin control adecuado de procesos.
Sostuvieron que la exposición constante a la contaminación del aire tiene graves efectos en la salud, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, cardíacas, cerebrovasculares y cáncer pulmonar, especialmente en grupos vulnerables. En tal plano, estimaron que es urgente abordar esta problemática para proteger la salud comunitaria.
Vea moción, discusión y análisis Boletín Nº15326.
Vea moción, discusión y análisis Boletín Nº15749.