La moción, patrocinada por las diputadas Natalia Romero y Flor Weisse, y los diputados Sergio Bobadilla, Álvaro Carter, Juan Antonio Coloma, Eduardo Cornejo, Felipe Donoso, Cristian Labbé, Daniel Lilayu y Cristóbal Martínez, busca modificar la ley Nº20.370, General de Educación, para establecer la asignatura de educación financiera a partir del octavo año básico.
Señalan que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) define la educación financiera como “el proceso por el cual los consumidores/inversionistas financieros mejoran su comprensión de los productos financieros, los conceptos y los riesgos, y, a través de información, instrucción y/o el asesoramiento objetivo, desarrollan las habilidades y confianza para ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, tomar decisiones informadas, saber a dónde ir para obtener ayuda y ejercer cualquier acción eficaz para mejorar su bienestar económico”.
Agregan que la Prueba PISA, cuya aplicación en 2018 estuvo centrada precisamente en este ámbito del conocimiento, arrojó como resultado que el 30% de los jóvenes de nuestro país no cuenta con información suficiente respecto de conceptos financieros básicos que permiten un desempeño eficiente en la sociedad.
Además dicen que, el desconocimiento generalizado de conceptos financieros básicos entre la población joven, ha llevado a altos niveles de endeudamiento y morosidad en el país. Así lo demuestra la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central, que arrojó que el 57.4% de las familias tienen deudas, y los jóvenes son uno de los grupos con mayores índices de morosidad.
También refieren al mes de enero de 2023 existían casi 1.200 personas de 18 años en DICOM, principalmente por incumplimiento de obligaciones financieras y deudas por servicios de telecomunicaciones.
Ponen de relieve que el desconocimiento financiero aumenta la probabilidad de conductas financieras poco eficientes, como la apertura de tarjetas de retail sin la solvencia económica necesaria para pagar las deudas.
En tal contexto, plantean que la educación financiera en las escuelas permite a los alumnos familiarizarse con la planificación financiera, el uso eficiente de productos financieros y comerciales, estrategias de ahorro e inversión, entre otros aspectos, contribuyendo al desarrollo de habilidades personales y la comprensión de riesgos financieros.
Es por ello, afirman, que la OCDE recomienda a los Estados la implementación de dicha asignatura en el contexto de la enseñanza formal, esgrimiendo como principal argumento la contribución que significa el conocimiento de cuestiones financieras desde edades tempranas en el desarrollo de habilidades personales tendientes a la integración social y la comprensión de riesgos financieros.
En nuestro país, sostienen, el estudio de esta temática se encuentra considerado como un objetivo general de la educación media, lo que no necesariamente implica una asignatura. Las bases curriculares actuales no contemplan la educación financiera como un ramo independiente con actividades y contenidos específicos en relación con la administración del presupuesto personal o familiar, la planificación financiera, la capacidad de ahorro, el endeudamiento responsable y la utilización eficiente de productos financieros y comerciales.
Por ello, estiman, que la implementación obligatoria de dichos aprendizajes en los planes de estudio a partir de Octavo Año Básico permitirá a los estudiantes desarrollar habilidades que contribuyan a su solvencia económica con una menor probabilidad de sufrir dificultades por eventuales incumplimientos de obligaciones económicas o situaciones de escasez a raíz de prácticas irresponsables en la suscripción de diversos servicios.
Noticia Relacionada
La iniciativa, incorpora en la ley Nº20.370, General de Educación, un nuevo artículo 30 bis, del siguiente tenor:
“Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 31, las bases curriculares deberán considerar, a partir de 8º Año Básico, la asignatura de “Educación Financiera”, cuya implementación se efectuará sobre la base de actividades y contenidos específicos relacionados con la administración eficiente del presupuesto personal o familiar, medidas de planificación financiera, criterios de priorización de necesidades, endeudamiento responsable, prevención de fraudes, suscripción y utilización conveniente de productos financieros y comerciales, capacidad de ahorro, toma de decisiones en función de técnicas de análisis costo beneficio, identificación de oportunidades y riesgos financieros, así como el desarrollo de habilidades que permitan a los estudiantes mejorar su bienestar económico, entre otros aspectos.»
El proyecto de ley se encuentra en primer trámite constitucional en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Vea texto de la moción y siga tramitación Boletín Nº16382-04.