Un tribunal japonés emitió un fallo histórico en favor de los derechos de las personas transgénero, al permitir a una mujer llamada Tacaquito Usui cambiara legalmente su género a masculino sin necesidad de someterse a un procedimiento de esterilización, lo que marca un cambio significativo en la interpretación de la ley japonesa.
Este fallo, considerado especialmente significativo por ser inédito, va en línea con la decisión de la Corte Suprema de Japón de octubre pasado, que declaró inconstitucional el requisito de esterilización para el cambio legal de género. Usui, quien había presentado una petición similar en 2016 que fue rechazada debido a la falta de esterilización, recibió la noticia con profunda emoción.
Así, el tribunal de familia del distrito de Tsuyama en Okayama consideró que Usui cumplía con los criterios de apariencia de género, incluso sin haberse sometido a la cirugía de esterilización, lo cual refleja un cambio en la percepción y comprensión de la identidad de género en la sociedad japonesa, considerada tradicional y conservadora.
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Con esta victoria legal, Usui, ahora un granjero de 50 años que vive en un pequeño pueblo con su pareja, podrá hacer uso de su identidad de género reconocida legalmente. Este cambio no solo afecta su vida personal, sino que también tiene implicaciones significativas en el plano legal, ya que ahora podrá cumplir su deseo de casarse con su pareja, pues la legislación japonesa lo permite en estos casos.
Previamente a la decisión del tribunal, la ley japonesa sobre disforia de género imponía seis condiciones a las personas que quisieran registrarse con un sexo diferente. Así, el individuo debía tener al menos 18 años, estar soltero, no tener hijos menores de edad, no poder reproducirse, tener un diagnóstico de disforia de género de al menos dos médicos y tener genitales que se asemejen a los del género pretendido.
Según las estadísticas, 11.919 personas cambiaron exitosamente de género en el registro familiar entre 2004 y 2022, según la Corte Suprema de Japón. En 2014, la Organización Mundial de la Salud pidió la eliminación de la esterilización forzada e involuntaria, señalando que en algunos países, las personas transgénero deben someterse a esterilización para obtener documentos que reflejen su identidad de género, requisito que ha considerado lesivo y discriminatorio.