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jueves 24 de abril de 2025
Opinión.

41 partidos competirán en el Perú (hasta el momento)., por Rafael Rodríguez.

El Informe Latinobarómetro 2024 destaca la percepción de los partidos políticos en América Latina, señalando que en Chile solo el 50% de la población considera necesarios a los partidos para la democracia, lo que refleja un desafío en la gobernabilidad del país.

El Informe Latinobarómetro 2024 se ha ocupado de los partidos políticos en América Latina señalando lo siguiente: “En primer lugar, en cuatro países (Colombia, Ecuador, Paraguay y Guatemala) el 40% o menos de la población dice que no puede haber democracia sin partidos políticos. En segundo lugar, en otros cinco países (Argentina, Uruguay, Venezuela, República Dominicana y Costa Rica) más del 60% de la población está de acuerdo con esta afirmación. En tercer lugar, llama la atención que en Chile solo el 50% esté de acuerdo con que es necesario tener partidos políticos, a pesar de los altos niveles de apoyo a la democracia y el bajo apoyo al autoritarismo. Esto podría dar cuenta de un problema específico del sistema de partidos en Chile, donde la atomización ha aumentado afectando la gobernabilidad”. 

El sistema de partidos en el Perú: ¿Cuántos partidos tiene?

Al respecto, en el Perú el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) es el organismo electoral que tiene a su cargo el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Hoy 20 de marzo de 2025, 41 organizaciones políticas nacionales (es decir, partidos) cuentan con registro vigente y, por ende, están listas para participar en las Elecciones Generales 2026 (EG 2026). Cabe precisar que actualmente se encuentran en proceso de inscripción otros 32 partidos. Eso quiere decir que si estos partidos logran inscribirse en el ROP antes del 12 de abril de 2025 el Perú contará con 73 partidos listos para competir en las EG 2026.

¿Qué es un partido político?

En 1972 el gran académico italiano Giovanni Sartori definió a los partidos políticos como “cualquier grupo político que se presenta a elecciones competitivas y es capaz, por medio de las mismas, de colocar candidatos para cargos públicos”. Como se puede apreciar, esta perspectiva -estrictamente electoral- termina excluyendo a grupos que no compiten en elecciones, y que, sin embargo, se autodenominan y reconocen como partidos. Sin embargo, siendo una definición minimalista es posible tomarla como referencia a nivel general más allá de los contextos que ofrece cada país o región.

Ahora bien, frente a dicha definición minimalista, otro autores plantean una definición más sustantiva -que no se limita al plano electoral- como la expuesta por el profesor Antonio García Calderón cuando afirma que un partido es “una organización estable que tiene como objetivo principal la conquista y el ejercicio del poder político, con el fin de organizar la sociedad y el Estado, de acuerdo con las ideologías e intereses que representa”, ello supone también la presencia de 4 elementos fundamentales: 1) Ideología; 2) Organización; 3) Militancia; y 4) Programa (Duverger, 1957).

¿Son partidos o grupos de interés?

Entonces, si aplicamos esta segunda definición al caso peruano, quizá muy pocos de los 41 partidos inscritos en el ROP podrían ser considerados como auténticos partidos. Si ello es así, entonces: ¿Qué cosa son el resto de agrupaciones que buscarán competir en las EG 2026? La respuesta es la siguiente: son grupos de individuos con una vida institucional muy corta cuyo único interés es acceder al poder a través de las elecciones. Es más, hasta podríamos decir -en la línea de Sartori- que más allá de los requisitos legales que debieron cumplir para lograr su inscripción, el elemento común a todos ellos está en el hecho de ser un grupo de individuos que busca competir para acceder a cargos de representación popular.

El caos electoral en las EG 2026

Dicho ello, vamos a mostrar los problemas políticos/electorales que un escenario como el descrito trae consigo para la organización de las EG 2026. Para ello, vamos a trabajar sobre la base de 41 partidos. Debiendo tomar en consideración que la situación será más caótica si hasta el próximo 12 de abril el número de partidos inscritos aumenta.

Número de autoridades y candidaturas en las EG 2026

En primer lugar, debemos señalar que en las EG 2026 los peruanos elegirán a 198 autoridades: a) 1 presidente de la República; b) 2 vicepresidentes de la República; c) 130 diputados; d) 60 senadores; y e) 5 parlamentarios Andinos. Eso quiere decir que si los 41 partidos inscritos en el ROP deciden competir por los 198 cargos de elección popular entonces tendremos la astronómica cifra de 8118 candidatos.

En otras palabras, estamos a punto de ser testigos de la Elección General con el mayor número de candidatos en la historia política del Perú. Para que tengamos una idea de lo que ello significa basta con señalar que en las Elecciones Generales 2006 participaron 20 candidatos presidenciales, siendo hasta la fecha la que contó con el mayor número de opciones presidenciales. Sin embargo, en las EG 2026 el número de candidatos presidenciales podría duplicar dicha cifra.

Fuente: Rafael Rodríguez Campos

 

Mayor número de partidos no supone mayor institucionalización

Pero volviendo a lo antes descrito, lo cierto es que en el Perú 41 partidos cuentan con inscripción en el ROP y podrán participar formalmente en las EG 2026, pero eso no quiere decir que se trate de un país que cuente con un sistema de partidos institucionalizado. Venimos afirmando ello pues en un sistema institucionalizado, los partidos desarrollan expectativas, orientaciones y conductas basadas en la premisa de que esta práctica u organización han de prevalecer en el futuro previsible. Eso quiere decir, como afirma Samuel Huntington, que la institucionalización es el proceso mediante el cual estas organizaciones adquieren valor, estabilidad y predictibilidad. Algo que en nuestro país no ha ocurrido [1].

Sobre este punto, podríamos afirmar -sin temor a equivocarnos- que la gran mayoría de estos 41 partidos presenta una estructura débilmente institucionalizada pues se trata de sólo un cascarón formal, que nadie toma en cuenta, donde el no cumplimiento de las reglas estatutarias no tiene consecuencias punitivas sobre los miembros de la organización; careciendo de sistematicidad; dependiendo fuertemente de sus liderazgos y con escasa autonomía respecto a ellos, como en su momento lo dijeran Freidenberg y Levitsky, refiriéndose a la crisis de los partidos en América Latina [2].

¿Qué condiciones institucionalizan el sistema de partidos?

Más allá del panorama descrito, lo cierto es que una democracia no puede funcionar sin partidos. Por eso es importante que los actores políticos con capacidad de decisión e influencia en el escenario político asuman la responsabilidad de adoptar acciones que generen las condiciones para la progresiva institucionalización del sistema de partidos.

Así, por ejemplo, desde hace algunos años hemos indicado que mientras en el Perú no se cumplan con las siguientes condiciones será muy difícil -por no decir imposible- fortalecer el sistema de partidos:

La primera, y la más importante, es la estabilidad en las reglas y en la naturaleza de la competencia entre partidos. Por tanto, una situación en la que partidos aparecen y desaparecen con rapidez y regularidad, no es característica de un sistema institucionalizado de partidos, ya que donde no existe la estabilidad, la institucionalización es limitada.

La segunda, los partidos importantes deben tener raíces más o menos estables en la sociedad; de otro modo, no estructuran las preferencias políticas a lo largo del tiempo, y hay una regularidad limitada en la manera en que la gente vota. Esto se refiere al apego de los ciudadanos a los partidos y a la importancia que cobran las etiquetas partidarias, generando vínculos entre el elector y la organización que terminan por regularizar el sistema político.

La tercera, en un sistema de partidos institucionalizado, los actores políticos importantes conceden legitimidad al proceso electoral y a los partidos. Las élites políticas basan su conducta sobre la expectativa de que las elecciones serán la ruta principal que conduce al gobierno. Si esta expectativa se erosiona, entonces la institucionalización se desmorona, ya que los actores políticos empiezan a percibir que las elecciones abiertas no son el proceso real para determinar quién gobierna.

La cuarta, en un sistema de partidos institucionalizado, las organizaciones partidarias tienen importancia. Los partidos no están subordinados a los intereses de líderes o caudillos ambiciosos, pues adquieren un valor propio. Constituye un signo de institucionalización la firme implantación de estructuras partidarias, su extensión a un territorio amplio, la estabilidad de su organización, y la observancia de su normativa interna, inclusive por parte de los líderes del partido. Además, los procedimientos del partido se hacen rutinarios, inclusive aquellos vinculados a la elección y al control del partido, como la celebración de elecciones primarias en las cuales se eligen a los candidatos del partido [3].

Apunte final

Habiendo llegado a este punto, y de cara a las EG 2026, es necesario reiterar que en el Perú y en la región el proceso electoral debe recuperar su sentido para garantizar que quien resulte ganador será quien verdaderamente ejerza el poder que los electores le han conferido. Por ello, será fundamental que el Congreso elegido en las EG 2026 impulse un proceso de reforma institucional destinado a corregir las distorsiones presentes en nuestro sistema de gobierno, sistema electoral y sistema de partidos.

Ello debe ser así, porque la experiencia nos demuestra que cuando los partidos son débiles, y, por ende, no estructuran el proceso político, la política tiende a ser más impredecible, y las poderosas élites económicas tienden a tener acceso privilegiado a los elaboradores de políticas. Es decir, en ausencia de controles y equilibrios institucionales bien desarrollados, a menudo prevalecen prácticas patrimoniales, las legislaturas se cierran, y los gobiernos terminan doblegándose ante los intereses de los grandes grupos de poder.

 

[1] Rodríguez Campos, Rafael. Reforma Política: El sistema de partidos políticos en el Perú (2019).

[2] Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Diccionario Electoral (2017). Página 837.

[3] Rodríguez Campos, Rafael. Reforma Política: El sistema de partidos políticos en el Perú (2019).

 

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