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jueves 24 de abril de 2025
Competencia en el mercado de videojuegos.

Regulador francés multa a Sony por abuso de posición dominante por prácticas anticompetitivas en el mercado de mandos para PlayStation 4.

El despliegue por parte de Sony, a partir de noviembre de 2015, de un sistema de contramedidas técnicas, supuestamente implementado para combatir la falsificación, tuvo como efecto perjudicar el correcto funcionamiento de los controladores de juegos de terceros (producidos por fabricantes distintos de Sony y que no se benefician de una licencia oficial de esta última), provocando regularmente su desconexión.

La Autoridad de la Competencia (Francia) multó a cuatro empresas del grupo Sony por haber abusado de su posición dominante en el mercado de suministro de mandos de videojuegos para consolas PlayStation 4 (PS4), en violación del artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y del Código de Comercio francés. Estimó que las medidas implementadas por Sony para combatir la falsificación de sus productos eran desproporcionadas.

La empresa francesa Subsonic, dedicada a la fabricación de mandos para videojuegos, formuló una consulta ante la Autoridad respecto a la validez normativa de la comercialización de los productos de Sony. La PS4 es la consola de octava generación diseñada por Sony y comercializada desde 2013. Sony también diseñó y comercializó un mando para PS4, llamado Dual Shock 4, uno de los cuales se vende con la consola.

En el mercado existen mandos de terceros, algunos de los cuales participan en el programa Official Licensed Product (OLP), que autoriza el uso de marcas y logotipos de Sony. Otros mandos, como los fabricados por Subsonic, Suza o Proxima Plus, no disponen de dicha licencia, a pesar de ser compatibles con la consola PS4, lo que cuestionado en el caso.

En su análisis de fondo, la Autoridad observa que, “(…) por un lado, el despliegue por parte de Sony, a partir de noviembre de 2015, de un sistema de contramedidas técnicas, supuestamente implementado para combatir la falsificación, tuvo como efecto perjudicar el correcto funcionamiento de los controladores de juegos de terceros (producidos por fabricantes distintos de Sony y que no se benefician de una licencia oficial de esta última), provocando regularmente su desconexión durante las actualizaciones del sistema operativo de la consola”.

Agrega que, “(…) por otro lado, una política de licencias opaca, que en varios casos ha llevado a la imposibilidad de que empresas competidoras que quieran comercializar mandos compatibles con la consola Playstation 4, se unan al llamado programa de asociación «OLP», única posibilidad para que terceros obtengan una licencia oficial y números de identificación únicos. Al negarse a comunicar los criterios de acceso al programa OLP a los fabricantes que los solicitaron, Sony pudo aplicarlos a su discreción, pese a que el acceso a este último era la única manera de evitar desconexiones”.

La Autoridad concluye que, “(…) la combinación de estas dos prácticas ha perjudicado significativamente la imagen de marca de los fabricantes terceros afectados, tanto en relación con los actores como con los distribuidores, obstaculizando su expansión en el mercado y provocando su posible desalojo. La sanción se impone solidariamente a tres filiales y a la empresa matriz del grupo Sony: Sony Interactive Entertainment Europe Limited (responsable del programa de licencias en Europa), Sony Interactive Entertainment Inc. KK (responsable de implementar actualizaciones del sistema operativo de la consola PS4), Sony Interactive Entertainment France (responsable de los controladores de marketing en Francia) y Sony Group Corporation (empresa matriz).

Al tenor de lo expuesto, la Autoridad impuso a Sony una multa de 13.527.000 millones de euros.

Vea texto de la resolución.

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