Artículos de Opinión

El escenario político actual en Chile es un Déjà vu para los venezolanos. No se diferencia en lo absoluto del Proceso Revolucionario del Socialismo del Siglo XXI impuesto en Venezuela que los obligó a exiliarse.

La única diferencia palpable entre estos promotores de cambios en los dos países es que, en Venezuela la intolerancia y el odio contra quien piense distinto no se transmitió de generación en generación sino que, llegó con el socialismo.

El escenario político actual en Chile es un Déjà vu para los venezolanos. No se diferencia en lo absoluto del Proceso Revolucionario del Socialismo del Siglo XXI impuesto en Venezuela que los obligó a exiliarse.

Se analizan en este artículo, las estrategias aplicadas en Venezuela por Hugo Chávez Frías en sus aspiraciones presidenciales extrapoladas a Chile por sus homólogos ideológicos.

La palabra Déjà vu (ya vivido), se le atribuye al filósofo y psíquico francés Émile Boira; y se considera que es, la sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez. Esta sensación es la que están pasando los venezolanos exiliados en Chile al ver en el país, como se están llevando a cabo las mismas etapas utilizadas por Chávez en Venezuela que los obligó a exiliarse.

Un presidente justo e incorruptible. Un alcalde aspirante a la presidencia «de izquierda» en Chile repite textualmente las promesas de Chávez en su campaña presidencial. Se presentan ante los electores como la solución a las desigualdades sociales, distribuir equitativamente la riqueza, erradicar la pobreza, mejorar la calidad de vida de las personas, impulsar al país un nivel económico superior al actual, ser férreo defensor de los Derechos Humanos (DD.HH) y justicieros implacables contra la corrupción.

Las tiranías soberanas y el Principio de Autodeterminación de los Pueblos. El aspirante a ocupar el máximo cargo del Palacio de la Moneda considera que cuestionar regímenes como el de Maduro atenta contra la soberanía y el Principio de Autodeterminación de los Pueblos, lo mismo decía Chávez sobre el régimen Cubano; para ellos, la soberanía de un pueblo consiste en no poder elegir a sus representantes ni tomar decisiones libremente, y esta, reside en los gobernantes de su ideología quienes se autodetermina asimismo. [1]

De dirigentes juveniles universitarios a legisladores. En Venezuela se promovió a un dirigente universitario al Poder Legislativo como representante de la juventud, su objetivo fue estimular a las masas por medio de discursos y mensajes que incitaban al odio, a la desobediencia civil y a la autoridad, y promovió la intolerancia contra quien pensara distinto. Robert Serra fue el joven en Venezuela que hizo este rol, en Chile, ese mismo papel lo hace una diputada que considera a Chávez «un prócer de América y un ejemplo a seguir». [2]

Nueva Constitución hecha por el Pueblo no por políticos. En la juramentación de Chávez como presidente se refirió a cambiar la Constitución, esta misma escena se repitió en el acto de juramentación de un Senador en Chile, quien imitó al pie de la letra a su fallecido amigo al momento de juramentarse. Ambos han hecho creer que los problemas de cada país se solucionan cambiando la Constitución. [3] [4]

En ambos países se ha promovido la falsa creencia de que es posible redactar un nuevo texto constitucional por el Pueblo y no por los políticos, esta oferta pública engañosa no tiene cabida en la democracia moderna, donde se eligen los representantes del pueblo ya que es imposible la reunión de millones de ciudadanos de un país para que ejerzan sus derechos políticos agrupados al mismo tiempo y en el mismo lugar para llevar a cabo las propuestas, discusión y deliberar sobre el texto constitucional «hecho por el Pueblo».

La estigmatización, pensar distinto es ser fascista de derecha. Tener criterio propio o discrepar de corriente política antes mencionada, no lo aceptan como un derecho universal a expresarse libremente o  como pluralismo político sino, como una razón para ser descalificado, atacado y etiquetado de derechista y fascista. No se diferencia esto en Chile de lo que ha sucedido en Venezuela.

El único modelo económico que beneficiará a los necesitados. Promueven ambos actores un sistema económico que beneficiará a las personas de más bajos recursos, pero en la práctica ese sistema utópico no ha funcionado en ningún parte en los que se ha implantada,  para muestra de ello, ningún empresario de esta corriente ideológica ha puesto su patrimonio a disposición de la clase económica menos pudiente, aún así, prometen que es posible la distribución de las riquezas, pero no la de ellos, sino la de los demás.

Para finalizar y no menos importante; las «negaciones» que tanto critica el Partido Comunista a los casos de genocidio y a las sistemáticas violaciones a los derechos Humanos (DD.HH), se fundamentan en una doble moral. Al apoyar a Maduro frente al informe de la ONU ratificaron que avalan tiranías que violan DDHH; y que son «negacionistas de las violaciones de estos derechos. [5]

La única diferencia palpable entre estos promotores de cambios en los dos países es que, en Venezuela la intolerancia y el odio contra quien piense distinto no se transmitió de generación en generación sino que, llegó con el socialismo. De resto, todo lo que se suscita en Chile en torno a promesas políticas de cambios, es “copia y pega” de lo que sucedió en Venezuela, hasta el condicionamiento de las personas al decir, “aquí será diferente”. (Santiago, 30 septiembre 2020)

 

[1] https://youtu.be/KhQ0wq4NmqA

[2] https://www.telesurtv.net/news/Robert-Serra-Juventud-y-liderazgo-revolucionario-20141002-0009.html

[3] https://youtu.be/zhSerBaao70

[4] https://youtu.be/WAH34VnICxw

[5] https://www.cnnchile.com/pais/pc-pone-duda-informe-onu-venezuela-ddhh_20200919/

 

Agregue su comentario

Agregue su Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  1. Hay una diferencia mucho más profunda, y es que en Venezuela y Cuba, las FFAA apoyan a esos gobiernos, por lo que no ejercen ni ejercerán Golpe de estado como sí ocurre en Chile, dónde estas son deliberante al apoyar sin tapujos a la derecha. Ahí radica que por eso, en un hipotético gobierno comunista chileno, nunca podrá compararse a lo de los otros países porque no tiene ese poder de su lado, y es el que ya hecho la diferencia cuando a la derecha no le ha gustado algo, derrocar con la fuerza y no por la razón