Me permito escribir a su prestigioso medio con el objeto de rendir un modesto homenaje a la Sra. Moraima Fajardo Aedo, magistrada jubilada de actuales 95 años de edad, domiciliada en Temuco, quien hace poco ha escrito el sabroso relato de un viaje que, en su calidad de juez de letras de Los Lagos, tuvo que hacer a esa localidad después del gran terremoto de mayo de 1960 por orden de la Corte de Valdivia, para inspeccionar y levantar acta de la situación del Juzgado.

Dicho sismo ocurrió días antes de que la Sra. juez trasladara su domicilio hasta Los lagos desde La Unión, ciudad esta última en la que su marido era el juez letrado. Luego del terremoto Los lagos fue abandonado por sus habitantes, ante la peligrosa crecida del lago Riñihue, y se encontraba semi aislado por la destrucción de caminos y de la vía férrea, que en algunos sectores solo permitía el paso de pequeñas máquinas para reparar las líneas.

El viaje, propio del realismo mágico, está lúcidamente narrado en un escrito que merecería publicarse, y la asociación de magistrados o la Secretaría de Género de la Judicatura debieran reconocer a su autora, tanto por su valía personal y profesional, como por representar a aquellas juezas que, como ella, fueron pioneras en el acceso de la mujer a la magistratura.

Raúl Mera Muñoz

Ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso