El conjunto de normas ingresadas a la comisión de Normas Transitorias de la Convención contiene varias trampas que hay que denunciar. Veamos.

Primera: aproximadamente el 50% de los artículos transitorios no tiene relación alguna con el texto permanente, tratándose de una burda trampa para reponer artículos que fueron rechazados por el Pleno. Segunda: se establece que, promulgada la nueva Constitución, el actual Congreso para modificarla deberá alcanzar, para todos sus artículos, un quorum de 2/3 de sus miembros en ejercicio, colocando así un “cerrojo” que la hará prácticamente imposible de corregir y evolucionar en la actual legislatura. Tercera: se propone acortar el mandato del actual Congreso para que entre a operar pronto la Asamblea única que se ha diseñado, la que como sabemos legislará sin contrapesos. Cuarta: en diversos temas, de la mayor trascendencia, se autoriza al Presidente de la República a legislar vía Decretos con Fuerza de Ley dejando de lado al Congreso, característica propia de una dictadura. Quinto: en norma permanente, se otorga derecho a voto a los jóvenes de 16 y 17 años, segmento en el que tienen clara mayoría electoral.

El trabajo de la comisión de Normas Transitorias consistía en proponer una normativa que permitiera una transición ordenada entre el actual orden constitucional y uno futuro posible, y no, actuando en forma deshonesta, construir todo tipo de trampas que permitan instalar lo antes posible y a perpetuidad el Estado Pluripoderoso e indigenista que consagra el articulado permanente.

Aún es tiempo de darnos cuenta y reaccionar frente a las trampas de la Convención.

Francisco Bartolucci Johnston