Cartas al Director

Paz, tolerancia, comprensión y no violencia para el proceso constituyente.

Juan Pablo Díaz Fuenzalida

14 de octubre de 2020


El 02 de octubre se conmemoró el aniversario del día de la No Violencia, precisamente ese día en honor a Mahatma Gandhi. Y, aunque algunos aspectos de su vida han despertado discusión, lo fundamental es su mensaje en relación con su enfoque no violento de cambio político. Ello fue aplicado por él siendo líder en nada más y nada menos que del movimiento de Independencia de la India respecto del Gobierno colonial británico.

La No Violencia significa, valga la redundancia, rechazar el uso de la violencia física para lograr un cambio social o político (Naciones Unidas). Así, se formaliza entonces el día de la No Violencia con la Resolución de 15 de junio de 2007 de la Asamblea General de Naciones Unidas (A/RES/61/271). Las motivaciones suscritas incluyen además otros principios e ideales a seguir, que son fundamentales para los Estados. Se agrega la cultura de paz, la tolerancia y el entendimiento.

Lo anterior es precisamente lo que necesitamos en el proceso que estamos viviendo. Como sabemos, el 25 de octubre se preguntará a la ciudadanía si quiere una Nueva Constitución y el órgano que debiese redactar el texto constitucional. Siguiendo los principios de la Resolución A/RES/61/271 debiésemos tolerar y al menos hacer el esfuerzo de comprender, de empatizar al que piensa distinto que nosotros. Es decir, si alguien vota “apruebo”, debiese respetar a quien decide por la opción “rechazo” y viceversa. Ambos tendrán sus razones y verdades. De hecho, el entendimiento entre ambas posturas seguramente generará un mejor texto constitucional, sea por la vía de las reformas o por la de elaboración de una nueva Constitución.

Además, tampoco debe obviarse la idea de consenso. Los textos constitucionales son un pacto social y deben dar estabilidad a las naciones. Como consecuencia es habitual que las constituciones ameriten quórums de aprobación elevados en relación con otras normas. Para ello, es necesario el dialogo con los principios indicados (No Violencia, cultura de paz, tolerancia y entendimiento) para reformar lo actual, según el capítulo de la Constitución son 3/5 o 2/3 de los diputados y senadores en ejercicio, o de 2/3 para aprobar el Reglamento de la Convención que tenga por misión redactar el nuevo texto. Ello, difícilmente se pueda lograr en circunstancias violentas, intolerantes, sin entendimiento del otro y sin paz.

 

Juan Pablo Díaz Fuenzalida

Doctor en Derecho y Máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid.

Magíster en Docencia Universitaria y Licenciado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Autónoma de Chile.

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