A pocos días del inicio de actividades de la Comisión de Expertos, los 24 miembros del órgano alistan los primeros detalles con el objetivo de discutir temas en búsqueda de consensos. De esta manera miembros de diferentes partidos repasarán lo que consideran son temas prioritarios.

En esta ocasión, la experta Catalina Salem se refirió a lo que ella considera es importante tener en cuenta al crear un borrador constitucional, al igual de lo que espera mantener o modificar de la pasada propuesta de la Convención.

Sin considerar las bases institucionales ¿Qué materias de la Constitución vigente mantendría en una nueva propuesta?

“Una democracia constitucional como la que se busca implementar a través de un nuevo texto constitucional requerirá de adecuados mecanismos de garantía. Uno de ellos es la existencia de la justicia constitucional. En este sentido, si bien el Tribunal Constitucional no tiene una mención expresa en las bases institucionales que rigen los contenidos del proyecto de Constitución, su consagración resulta fundamental para garantizar los presupuestos orgánicos y funcionales de la democracia, además de brindar protección de los derechos y libertades de las personas. El Tribunal Constitucional ya forma parte de nuestra tradición constitucional; incluso en el proyecto de constitución rechazado fue considerado”.

¿Cuáles son urgentes modificar y/o derogar?

«Debe ser revisado el sistema de designación de los integrantes del Tribunal Constitucional, como también, repensar algunos mecanismos que permitan reforzar su legitimidad democrática.

En materia de sistema político, existe un consenso para reformular las relaciones entre Presidente de la República y Congreso Nacional, lo que supondrá generar nuevos frenos y contrapesos institucionales, además de examinar la composición de ambas cámaras, mediante una nueva propuesta de sistema electoral, al menos a nivel de principio.

A todo lo anterior debe agregarse la necesaria articulación orgánica y dogmática de la cláusula de Estado social y democrático de Derecho, lo que sin duda tocará diversas instituciones reguladas a nivel constitucional».

¿Qué idea, institución o principio rescata de la fallida propuesta constituyente de 2022?

«La explicitación de la cláusula del Estado social y democrático de derecho, además del reconocimiento de nuevos derechos fundamentales, como los derechos digitales; o bien, el desarrollo más detallado de algunos derechos existentes».

¿Es partidaria de mantener el régimen presidencial para Chile? ¿Cómo equilibraría la relación de este con el Congreso?

«El presidencialismo forma parte de nuestra identidad constitucional. No comparto la tesis de que nuestro presidencialismo sea exacerbado, pues la práctica política demuestra que el Presidente de la República no puede legislar sin el Congreso Nacional. De hecho, los últimos tres gobiernos han demostrado que la institución presidencial se encuentra bastante debilitada. Creo que los equilibrios pasan por diseñar formas de colaboración entre los colegisladores para formar gobiernos de mayoría que pongan término a las inercias legislativas».

¿La nueva Constitución debería ser breve o desarrollada?

«Espero que sea una Constitución consensuada y representativa de las grandes mayorías de nuestro país. Eso obliga a ser sintéticos y sobrios en el articulado, habilitando a cada órgano estatal para que, dentro de sus respectivas competencias, puedan elaborar las políticas públicas que sean necesarias para desarrollar sus principios y valores, en la forma que vayan decidiendo los ciudadanos en las elecciones periódicas».

¿Agregaría otra base institucional al anteproyecto?

«Sin duda una Constitución Política comprende muchas más materias que aquellas que están señaladas en las bases institucionales. Creo que estas bases surgen de la necesidad de impedir la idea de la “hoja en blanco”. Las bases recogen los elementos estructurales de nuestra identidad y tradición constitucional y, como tales, son un importante punto de partida para la redacción de una Constitución que convoque a todos».

¿Es partidaria de mantener el sistema bicameral simétrico?

«Para la función legislativa, sí. Creo que el sistema bicameral simétrico ha demostrado ser un adecuado sistema de frenos y contrapesos en la elaboración de las leyes. Siempre las cosas pueden mejorarse, por ejemplo, poniendo plazos en el procedimiento de formación de la ley para la cámara revisora.

Ahora bien, cabe recordar que actualmente ambas cámaras tienen competencias diferenciadas en otras materias, como aquellas relativas al control político, y eso es deseable que se mantenga».

¿Qué planteamientos constitucionales le interesa proponer a la Comisión?

«Al igual como lo hice ante la Convención Constitucional, creo que es posible repensar nuevas instituciones que fortalezcan nuestra democracia representativa, como por ejemplo, creando mecanismos de responsabilidad solidaria del Congreso Nacional en caso de que se produzca una omisión legislativa respecto al desarrollo de algún derecho fundamental, especialmente, los de carácter social. También propuse el establecimiento de jurados que acompañen la decisión del Tribunal Constitucional en el pronunciamiento de la declaración de la inconstitucionalidad de proyectos de ley o de la ley con efectos generales.

Sin embargo, mi principal interés es el contribuir a buscar y defender las mejores ideas para Chile, sean estas de mi autoría o no».

¿Qué acciones debe tomar la Comisión para evitar que este nuevo proceso fracase?

«Sus acciones deben estar siempre orientadas por el profesionalismo, el conocimiento fundado y el diálogo, de manera tal que sus decisiones persuadan al resto de los órganos intervinientes en el proceso, y a la sociedad en su conjunto».