Entrevista

Fin del Estado Subsidiario, Derecho a la Salud y Defensa del Medio Ambiente.

Karen Francisca Orellana Sullivan candidata a constituyente independiente Lista del Pueblo Región Metropolitana (Distrito 8): “Una sociedad justa es simplemente aquella en la que no necesitemos pagar a un privado por obtener, por ejemplo, salud de calidad, debido a que el estado sería garante de ese derecho de forma absoluta y el lucro en salud dejaría de ser un negocio, por lo que el acceso universal a esta respondería a nuestro derecho fundamental y no a las ganancias de un particular”.

Karen cree que «uno de los temas más importantes es el cambio de sistema, que permita salir del Estado subsidiario que tanto daño nos ha hecho por años. También se debe trabajar en una democracia directa que permita en el futuro poder participar de las decisiones importantes de nuestro país y en nuestro futuro, revocar mandatos, destituir, impulsar leyes, etc”.

12 de mayo de 2021

Por: Dr. Rodrigo Álvarez Valdés para Diario Constitucional (*)

Karen Francisca Orellana Sullivan, sostienen en su página web que es “de una familia de clase media, de las que temen enfermarse, de las que temen jubilarse, de las que temen no tener un futuro. Soy de las mujeres que ha conseguido todo con mucho esfuerzo y de las que ha debido pelear por abusos e injusticias del sistema. Soy una mujer que ha pasado por muchas cosas para sobrevivir a una sociedad injusta y hoy quiero que esto cambie para todos, hoy no quiero que ningún chileno tenga temor, que todo sacrificio nos lleve a conseguir dignidad. Quiero luchar por lo que merecemos todos y tienen sólo los privilegiados. Ese es mi compromiso con mi familia, con mi comunidad y con mi país”.

 

¿Cuál es una de sus principales visiones con respecto al proceso Constituyente?

Considero que este proceso no cumple con las expectativas de las exigencias que teníamos el pueblo. Fue «cocinado» en cuatro paredes, en un acuerdo por la paz que no tenía real intención de generar un proceso constituyente democrático, sino más bien salvar la crisis que el gobierno no había manejado. De todos modos, es un proceso que nos pertenece a todos los ciudadanos que no pertenecen al 1% de mayores ingresos y que no estamos llenos de privilegios. Además, es la primera instancia histórica en la que en Chile tendremos la oportunidad de escribir una constitución democrática. También me parece que lo justo es liberar a todos los presos políticos que fueron encarcelados por movilizarse, exigir nuestros derechos y pelear por la dignidad de su gente.

 

¿Qué tan cierto es que la redacción de una nueva Constitución será “de cero”?

Creo que desde que nos sentemos en esa convención debe quedar claro que la constitución de 1980 fue escrita por una dictadura, que tuvo como objetivo su autodefensa y hacerla perdurar. De este modo, por lo que al menos simbólicamente, esa constitución debe quedar completamente derrocada. Así, si bien no podemos negar su existencia, sería un error no querer partir desde una página en blanco, sin prejuicios, sin imposiciones, sin vicios, sin arreglos. Pienso que esto es lo mínimo que se merece nuestro pueblo.

Además, este nuevo documento debe ser pensado para blindar completamente la defensa de nuestros derechos y que sea escrito en un formato y forma que permita que cualquier ciudadano pueda estudiarla y entenderla para poder exigir también.

 

Adicionalmente a las demandas históricas y que sin duda son centrales para la sociedad, como pensiones, salud, educación, vivienda, (derechos sociales) entre otros ¿qué otros elementos y temas deberían ser considerados en la elaboración de una constitución moderna?

Creo que uno de los temas más importantes es el cambio de sistema, que permita salir del Estado subsidiario que tanto daño nos ha hecho por años. También se debe trabajar en una democracia directa que permita en el futuro poder participar de las decisiones importantes de nuestro país y en nuestro futuro, revocar mandatos, destituir, impulsar leyes, etc. Cuestión que los chilenos estamos preparados y capacitados para hacer.

 

¿Cómo se puede asegurar que la ciudadanía se mantenga conectada con el proceso constituyente y de qué manera concibe Usted el rol de la sociedad en este proceso?

La convención debió ser una Asamblea Constituyente; por ende, la única forma en que la ciudadanía se conecte es haciendo los mayores esfuerzos por replicar ese modelo y comunicarnos con los territorios. El pueblo está organizado y requiere un impulso para extender esa organización, y de esa forma hacer esta convención una instancia participativa. Existen propuestas dentro de la lista del pueblo para desarrollar mecanismos asociados a la tecnología que, perfectamente, pueden funcionar como plataforma de consulta ciudadana.

 

Defina y explicite las tres ideas centrales de sus propuestas y por qué ellas representan a un Chile distinto.

El Estado chileno debe dejar de ser un Estado subsidiario, que privilegie los intereses de privados por sobre los derechos de las personas. No pueden volverse un bien de consumo cosas fundamentales como la salud, educación, pensiones, etc. Por otra parte, como mencioné anteriormente, la democracia directa es la forma en la que nuestro país podrá iniciar el cambio que necesita hacia una política de estado limpia de favores familiares, mandatos criminales, impunidad, entre otros. Como último punto, debemos ser un estado equitativo, donde todos tengan mismas oportunidades para desarrollarse, sin depender de las limitaciones actuales como la educación o la salud. Debe existir un Estado donde todos tengamos reales posibilidades de escoger y dar nuestro mejor esfuerzo sin vernos limitados por las condiciones o privilegios de algunos.

 

Usted en su página Facebook analiza el concepto “Democracia Directa”. Puede usted explicar la importancia de ésta y la forma en que usted, si es electa como constituyente, la incluirá en la nueva Constitución. 

Como he mencionado en puntos anteriores y porque claramente para mi es fundamental que Chile a partir de esta nueva constitución ejerza democracia directa, es que esta es la principal propuesta de mi parte como candidata.

Me parece que es fundamental que sea la gente quien tenga el poder de decisión respecto de situaciones que van a afectar su futuro. De esta forma, podríamos negarnos a firmar tratados internacionales que tengan como finalidad el extractivismo y aprovechamiento de nuestros recursos naturales; los que en muchas oportunidades se entregaron a empresas extranjeras para beneficiar a algunas familias privilegiadas de este país. También es inmensamente importante saber que, a través de este mecanismo, hoy podríamos tener fuera a quien ha cometido y avalado crímenes de lesa humanidad en contra de sus compatriotas, y de esta forma no permitir que por ambiciones un mandato continúe destruyendo a su gente. No tendríamos que esperar que la clase política tome acciones.

 

Usted, como parte de sus propuestas, en página La Lista del Pueblo, sostiene que quiere “luchar por los que merecemos todos y tienen solo los privilegiados”. Desde esta perspectiva, ¿cuál es su visión de una sociedad justa y una injusta?

Una sociedad justa es simplemente aquella en la que no necesitemos pagar a un privado por obtener, por ejemplo, salud de calidad. En este caso, el Estado sería garante de ese derecho de forma absoluta y el lucro en salud dejaría de ser un negocio, por lo que el acceso universal a esta respondería a nuestro derecho fundamental y no a las ganancias de un particular. Esto aplica para cada uno de los derechos sociales y fundamentales que hoy se ven vulnerados en Chile.

 

¿De qué forma usted entiende el rol del Estado y del Mercado en el proceso de desarrollo de un país y pueden estos dialogar para construir una sociedad más equitativa? 

Ambos son pilares del desarrollo (Estado y Mercado). Sin embargo, no se justifica una defensa del mercado y la competencia. El mercado sólo debe ser visto como uno más de los instrumentos que operan en la actividad económica. El modelo de desarrollo debe superar la concentración del poder económico y aspirar a superar el techo de crecimiento. Debemos aspirar a un fortalecimiento de la productividad, mucho más allá de la tradicional explotación de nuestros recursos naturales. La economía debe enfocarse en determinar cómo avanzamos hacia un modelo económico que supere la actual cuestión social y ponga en el centro al trabajo humano como el gran productor de riqueza, y por ende como el primero en ser beneficiado. De este modo, necesitamos de una nueva economía y de una nueva ciencia económica. Esta nueva economía debe ser ejecutada, pensando en la disminución del impacto negativo sobre la naturaleza y los seres humanos, siempre considerando la gravedad del cambio climático y su impacto en la transformación del medio ambiente. Esta nueva economía social debe anticiparse a las consecuencias negativas sobre el trabajo que ha traído la revolución tecnológica. Ante la automatización y robótica de los procesos productivos, comerciales y financieros, se debe comprometer con el cambio y adaptación cultural que comenzamos a experimentar las personas ante la denominada “cuarta revolución industrial”.

El Estado y la sociedad deben asumir el desempleo que acarreará la sustitución de mano de obra como consecuencia de estas transformaciones. También es necesario establecer apoyos eficientes para pequeñas y medianas empresas que se desenvuelvan en mercados poco transparentes y en que operen grandes oferentes. Desde el punto de vista empresarial, por su compromiso con la transparencia y el medio ambiente, daremos incentivos para la formación y consolidación de las llamadas empresas B.

 

(*) Facultad Humanidades – Escuela de Periodismo / Universidad Mayor.

 

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