Entrevista

Comisión de Expertos

Natalia González: “Hay que introducir cambios en nuestro sistema político para garantizar mayor gobernabilidad»”

La abogada de la Universidad Católica, e integrante de la comisión experta -independiente con cupo de la UDI-, sostiene que la discusión constitucional no debe caer en los mismos errores de la convención del 2022, y debe enfocarse en “darle una solución coherente e institucional” a diagnósticos compartidos sobre las problemáticas que enfrente nuestro marco institucional

10 de marzo de 2023

Asimismo, la ex-directora del área constitucional de Libertad y Desarrollo (LyD) cree que pueden existir “riesgos” de interpretación con los doce puntos bases.

Sin considerar las bases institucionales de este proceso, ¿qué materias de la Constitución vigente mantendrías en una nueva propuesta y cuáles son urgentes de modificar y/o derogar?

Nosotros, obviamente, tenemos que ser respetuosos y obrar de buena fe para honrar las bases constitucionales que nos ha puesto el Congreso en esta tarea. Esas bases son respetuosas de nuestra tradición constitucional chilena y de cómo se ha ido desarrollando nuestro marco jurídico actual. Y, por lo tanto, ahí ya tenemos un primer piso no solo de limitaciones, sino que también de respeto a nuestra institucionalidad vigente. Eso lo tenemos que respetar y, por cierto, el ánimo que yo percibo en la Comisión es que todos queremos honrar esto que estamos llamados a cumplir. Luego, de las cosas que que uno pudiese pensar en que es relevante introducir ciertos cambios, y en la comisión que me ha tocado a mí, en la subcomisión star que es el sistema político, nosotros tenemos que pensar en un esquema que permita darle mayor gobernabilidad a nuestro sistema político en su conjunto y, en ese sentido, la Comisión de sistema político va a buscar no solamente introducir ciertos perfeccionamientos entre las relaciones del Ejecutivo con el Congreso, sino que muy profundamente a revisar, para ver con cuánta después profundidad se hacen cambios, el sistema electoral, el sistema de partidos y la relación fluida entre el Gobierno y el Ejecutivo. Ahora, todos estos cambios tienen que apuntar, como te digo, hacia el norte de la gobernabilidad y, obviamente, comprometer la representatividad, pero sí orientándonos a que las expectativas que la ciudadanía tiene en la política, en que sea capaz de articularse los acuerdos y de discernir razonablemente en los desacuerdos, pueda fluir de mejor manera que como hoy ocurre, con un congreso extremadamente segmentado.

¿Existe alguna idea, institución o principio que rescata de la fallida propuesta Constituyente de 2022?

Por lo menos el espíritu que a mí me anima es más bien a ser respetuoso con nuestra tradición constitucional, que son las constituciones que han estado vigentes en Chile. Hay otras cuestiones que mirar, pero que tienen otra entidad de lo que tiene nuestra tradición constitucional chilena, y dentro de esa otra entidad están obviamente proyectos que se hayan presentado para modificar la Constitución, como por ejemplo proyectos que hoy día también están en el Parlamento, el proyecto de la presidenta Bachelet. Y en el caso de la propuesta rechazada, yo creo que tenemos que ser muy cuidadosos si es que de ahí algún elemento se tome o alguna idea que ese proyecto arrastrase en esa tradición constitucional pudiese ser eventualmente mirada. Pero tenemos que ser cuidadosos también de entender que ese proyecto fue ampliamente rechazado por la ciudadanía y, por lo tanto, nosotros como como expertos, en nuestro rol, no podemos perder nunca de vista que nosotros también representamos sensibilidades de esa ciudadanía y, por lo tanto, tenemos que tener preferencia por una ciudadanía que rechazó un texto y rotundamente.

¿Es partidaria de mantener el régimen presidencial para Chile? ¿Cómo equilibrar la relación de este con el Congreso?

Sobre ese tema, y más allá que tenemos que conversarlo en la Comisión, nosotros vemos muchos elementos del régimen presidencial chileno que estimamos virtuosos en el sentido siguiente: en el sentido que aquí hay una tradición constitucional en esa línea, hay una tradición cultural e idiosincrática de nuestra población, que elige directamente a su presidente. Y, en principio, nuestra inclinación, y mía en particular para no hablar por el resto de los integrantes de la subcomisión, es que el sistema presidencial se mantenga. Ahora, ¿quiere decir eso que no es necesario introducir cambios, como te decía recién, al sistema político y respecto de otras variables que inciden no solamente el régimen de gobierno, sino que el sistema electoral, el sistema operativo político? Por supuesto que hay que introducir cambios, y cambios muy relevantes de cara a la gobernabilidad.

¿La nueva Constitución debería ser de carácter breve o más desarrollada como fue la fallida propuesta de 2022?

Más que breve o extensa, lo que a nosotros nos debiera inspirar son ciertos criterios orientadores. Y yo creo que en esos criterios está la sobriedad, para ser deferentes con la democracia actual y, en el futuro, tener capacidad de decisión, pero todo sobre una arquitectura institucional que sea lo suficientemente pertinente, robusta y suficiente para que esas distintas ideas políticas del día de mañana se puedan desarrollar, con resguardo a nuestros derechos y libertad y una arquitectura que entonces contemple peso y contrapesos al poder para que eso pueda ser así. ¿Cuán extenso debe ser eso? Yo creo que el norte ahí es la pertinencia constitucional, es decir, entender que estamos hablando de la de la norma básica de la República y que, por lo tanto, tenemos que dejar ahí establecido cuestiones que son de la esencia para que este desarrollo democrático, en un Estado de Derecho Constitucional, se pueda llevar a cabo, pero también dejando espacio para que las discusiones democráticas y de políticas públicas se lleven a cabo en el Congreso Nacional el día mañana.

¿Usted hubiese agregado otras bases institucionales al anteproyecto?

Las bases nos dan un lineamiento que, me parece, acertado para trabajar y que tenemos que respetar. Por cierto, eso no quiere decir que en algunas de las bases no haya cierto espacio para la interpretación. Tampoco quiere decir que estas estén completamente desarrolladas en el planteamiento que nos hizo el Parlamento, que tenemos que respetar. Y, por lo tanto, yo veo que ahí hay un espacio que puede abrir ciertos riesgos en la discusión constitucional, pero que, nosotros como expertos, lo que tenemos que hacer es comprometernos a cumplirlas de buena fe, de manera que esos eventuales espacios que den lugar a interpretaciones contradictorias, podamos ir no solo las letras, sino que al espíritu de lo que dice quiso decir, y poder reflejar de la mejor manera en el anteproyecto de Constitución que tenemos que entregar.

¿Es partidaria de mantener el sistema bicameral simétrico?

Sí, soy partidaria.

¿Qué planteamientos constitucionales le interesaría proponer a la Comisión?

Ese es un tema que prefiero reservarme porque necesitamos, obviamente, conversarlo no solo en la subcomisión, sino que con los comisionados con los cuales tengo sensibilidades compartidas. Pero sí te diría que, en líneas muy gruesas, nosotros entendemos que hay que sustantivamente introducir cambios en nuestro sistema político, en las aristas del sistema electoral y el sistema de partidos para garantizar una mayor gobernabilidad. Entendemos también que, sin perjuicio que durante estas últimas tres décadas el Congreso ha aprobado leyes muy importantes y muy sustantivas para la vida de los chilenos, si nosotros somos capaces de introducir algunos mecanismos que permitan no solamente hacer más eficiente el proceso legislativo, sino que también le permitan tener al Congreso mayores herramientas para enfrentar ciertas discusiones con el Ejecutivo, vemos que también vamos a hacer un aporte en las expectativas que puede tener la ciudadanía respecto de un proceso legislativo que convence más con el sentido de oportunidad con el que la ciudadanía demanda ciertas regulaciones.

¿Qué acciones cree usted debe tomar la Comisión para evitar que este nuevo proceso fracase como el anterior?

Mira, este es un planteamiento personal, pero que de alguna manera lo hemos ido conversando entre varios: más allá del evidente respeto por ideas y propuestas diversas, y tener un diálogo fraterno con los comisionados que representan distintas sensibilidades o visiones de la sociedad, yo creo que también es muy importante que esta comisión se enfoque en lo que hoy día sabemos: hay diagnósticos compartidos, que son problemas, y nos enfoquemos a darle una solución coherente, institucional, pertinente a esos problemas. Si la Comisión incurre en una ambición en términos de no solo enfocarse en los temas donde hay un diagnóstico preciso, compartido, sino que empieza a ampliar el espectro de cuestiones a discutir, a mí me parece que ahí podríamos cargar un error que cayó la convención, que quiso rehacer todo de nuevo, resetear la institucionalidad por completo. Y yo el ánimo que veo aquí, por lo menos hasta la fecha, es un ánimo en que, efectivamente, nos queremos ir a enfocar en dónde están o en dónde detectamos, con mucha humildad, los problemas de nuestro diseño institucional para proponer soluciones, ojalá, no sólo innovadoras, sino que eficaces de cara al objetivo que queremos lograr y, en lo que esté funcionando bien, mantener. O sea, tener un espíritu de ser respetuosos con aquella institucionalidad que no funciona mal y que funciona bien, decepcionar aquella que sabemos que tiene problemas, introducir cambios sustantivos en aquella que definitivamente hay diagnósticos compartidos de que son problemáticas.

Agregue su comentario

Agregue su Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *