La democracia representativa (también llamada democracia indirecta o gobierno representativo) es un tipo de gobierno fundado en el principio de delegar de la voluntad popular en la elección de un tercero para que represente sus ideas. El pueblo se gobierna a si mismo a través de representantes.
Se sostiene en la idea que es imposible materialmente tener sociedades autogobernadas, por lo cual a través de la representación, se crea un sistema de decisiones colectivas que debe asegurar que los representantes puedan ejercer la misma influencia en la toma de decisiones colectivas y la cooperación segura entre ellos.
En la constitución, la forma de gobierno democrático representativa está expresada en sus artículos 4 y 5, al expresar que Chile es una república democrática y al establecer que el ejercicio de la soberanía se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades que esta Constitución establece, ningún sector del pueblo ni individuo alguno puede atribuirse su ejercicio.