En el marco de una consulta organizada por un ex magistrado anticorrupción para modificar el sistema electoral en vigencia actualmente en Italia y que logró una adhesión cercana a 1.200.000 firmas, la Corte Constitucional rechazó con fecha 12 de enero de 2012 el referéndum propuesto, por considerar inadmisibles las dos preguntas sobre las que la ciudadanía debía pronunciarse.
Al efecto, cabe recordar que el sistema electoral italiano –regulado en la ley de 21 de diciembre de 2005– es, en esencia, de carácter proporcional, en virtud del cual los escaños se asignan en función de los votos obtenidos. Los electores, se limitan a votar por las listas que previamente han formado los partidos políticos –el aspecto más criticado y transformado en el centro de las demandas por una reforma–, de tal manera que la votación no es por un candidato, sino por el partido político al que pertenece la lista, con lo cual –alegan los impulsores del referéndum– se afecta sensiblemente la calidad democrática, toda vez que, entre otros efectos, el Parlamento termina careciendo de representantes locales: tal como sucede hoy en día.
Así, Italia detenta en la actualidad un bicameralismo en donde las mayorías son siempre exiguas –rasgo que coincide con el binominalismo chileno– y las posibilidades de obtener grandes cambios al sistema imperante resultan muy escazas. No es casualidad que la ley del año 2005 sea conocida popularmente como "porcellum": palabra que los italianos utilizan para aludir a un desorden o “chiquero”.
Con el pronunciamiento emanado desde la Magistratura Constitucional itálica se cierran completamente las puertas para llevar a cabo una consulta ciudadana respecto al sistema electoral, quedando como única vía obtener un acuerdo en el Parlamento: escenario que los impulsores del referéndum postulan presionar.
Luego del comunicado de prensa emitido el jueves 12 de enero de 2012, se espera que dentro de las próximas dos semanas se dé a conocer el fallo.
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