En el marco de un control de constitucionalidad, el Consejo Constitucional de Francia declaró contrarias a la Carta Fundamental normas de la ley aprobada recientemente por el Parlamento galo que sancionaba con penas de presidio y multa la negación del genocidio armenio ocurrido a manos del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial.
Al efecto, cabe recordar que, hasta el día de hoy, la versión oficial del Estado Turco ha considerado que la matanza de un millón y medio de armenios ocurrida entre los años 1914 y 1918 fue en un contexto de guerra civil, con lo cual ha negado en forma sistemática lo que gran parte de los historiadores estiman como el primer caso –y el segundo más importante de la era reciente, después del Holocausto– de una planificación sistematizada y organizada desde el Estado para el eliminar a toda una población.
En este contexto, la Magistratura Constitucional gala estableció que las disposiciones de la norma en cuestión, vulneraban la libertad de expresión consagrada en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y en la Constitución, por cuanto, según el comunicado de prensa por medio del cual se entregó la decisión, en buenas cuentas al sancionar tan gravosamente la negación del genocidio se está castigando, de igual modo, la sola puesta en duda de la existencia de tales hechos.
Luego de la decisión del Consejo Constitucional francés –apoyada por el gobierno Turco, y rechazada por el Presidente Sarkozy, quien, de cara a las elecciones de abril y mayo de 2012, pretende captar el voto de la minoría turca en Francia– se espera que el proyecto sea reformado considerando cada uno de los reparos de constitucionalidad, y así transformarse en la segunda ley que sancione la negación de un genocidio en Francia.
Vea texto íntegro del comunicado de prensa.
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