La Corte Suprema de Estados Unidos, en el marco de un recurso interpuesto por el Estado de Maryland, deberá decidir si la muestra de saliva –obtenida sin autorización judicial, pero no obstante prueba principal del proceso– que permitió condenar al acusado a cadena perpetua, vulnera la cuarta enmienda de la Carta norteamericana, que, entre otras libertades públicas, consagra el derecho del pueblo a la seguridad de sus personas.
El caso data del año 2009, cuando Alonzo Jay King Jr. fue detenido e inmediatamente y sin orden judicial previa –tal como lo autoriza la ley federal de Maryland– se le tomó una muestra de su saliva, corroborándose con su ADN un mes más tarde su participación en un delito de violación.
Luego de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Maryland –que acogió la tesis de la defensa del condenado: vulneración de su derecho a la privacidad– y del recurso interpuesto por los querellantes, se espera que prontamente la Corte Suprema de Estados Unidos falle uno de los asuntos penales más trascendentales que han sido objeto de su conocimiento: en el caso concreto, dilucidar la supremacía de la Constitución o de la ley federal.

Conozca mayores antecedentes del proceso Maryland, Petitioner v. Alonzo Jay King, Jr.

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