En el marco de un proceso plebiscitario convocado por las autoridades egipcias, un 98,1 %  de los ciudadanos de ese país aprobó el texto de la nueva Constitución, según un comunicado emitido por la Comisión Electoral de ese país, abriendo el camino para nuevas elecciones generales y presidenciales luego de una pronta promulgación.

A pesar del positivo resultado electoral, las autoridades egipcias indicaron que sólo el 38,6 % de la población se acercó a votar.

En cuanto a su estructura, la nueva Carta Fundamental ha desatado múltiples críticas, entre ellas la de algunos liberales egipcios que apuntan a un artículo del nuevo texto sobre los tribunales militares, que especifica que los civiles pueden ser juzgados en ellos por «ataques directos» a instalaciones, personal, equipo, documentos o fondos militares.

Por otro lado, se dispone que los partidos no podrán ser «formados sobre la base de religión, género, raza o geografía». Mientras que el texto anterior decía solamente que no podrían «discriminar» con base en la religión.

De igual manera, durante los dos primeros períodos presidenciales el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF), órgano de gobierno de los oficiales de alto rango en el Ejército, aprobará el nombramiento del ministro de Defensa, esto es: el Presidente no podrá decidir libremente sobre la elección del Ministro de Defensa.

Una vez en vigencia, se convocarán a elecciones parlamentarias y posteriormente presidenciales.

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