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Contenido de programas de acompañamiento de embarazos vulnerables.

Senadores coincidieron en la necesidad de prestar apoyo a las mujeres que decidan o no practicarse un aborto.

Los legisladores se encuentran estudiando las características que debía tener un sistema de contención emocional y médico. Éstos coincidieron en la necesidad de prestar apoyo a las mujeres decidan o no practicarse un aborto.

11 de julio de 2016

El programa de acompañamiento fue uno de los aspectos que se introdujo en el primer trámite del proyecto que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales.
Esta norma está siendo estudiada por los integrantes de la Comisión de Salud del Senado, quienes en su última sesión escucharon a representantes de la ONG Raíces, la fundación Chile Unido y el Programa aCompañar-es del Departamento de Obstetricia de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
La representante de la ONG Raíces, Denisse Araya, que acoge a menores y adolescentes abusados sexualmente, señaló que las víctimas de estos delitos debieran decidir si continuar o no con su embarazo, ya que “en estos casos, esa situación es la continuación de la explotación”.
Agregó que “muchos de los niños que nosotros tratamos, han tenido abortos espontáneos por la presión que viven. Además estas víctimas podemos asegurar que viven disociadas porque lo que sienten es muy distinto a lo que piensan. Cuando nosotros recibimos a estas niñas y mujeres, vemos como se sanan de ese dolor”.
Por su parte, la directora ejecutiva de la fundación  Chile Unido, Verónica Hoffmann afirmó que “la mujer no es autónoma cuando piensa en el aborto. No toma de manera libre esa decisión porque se ve presionada por su entorno. Los motivos para abortar son diversos, entre ellos está el miedo a la reacción de sus padres o pareja; y la incertidumbre por el futuro”. Asimismo, destacó que el programa de acompañamiento integral que realizan ha tenido resultados tan exitosos que han sido expuestos en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Luego, el director del Programa aCompañar-es UC, el doctor Jorge Neira manifestó que “la sociedad busca eliminar al enfermo, en vez de terminar con la enfermedad. Se habla de aborto eutanásico, porque se ejecuta contra el no-nacido. Además, en estos casos es peor porque el atentado es contra un enfermo dentro del vientre”.
Agregó que “nosotros hacemos seguimiento de estos embarazos, el parto,  la sobrevida de ese menor y su muerte. Acogemos a la madre y también la familia extendida”.
Por su parte, la doctora Paz Robledo del Minsal, recordó que “tenemos una extensa red de atención a la maternidad a los tres niveles (Sapus, Cesfam, consultorios y hospitales). Cuando una mujer queda embarazada va a la atención primaria, se le hace un exhaustivo control y seguimiento, lo que es apoyado por el programa Chile Crece Contigo”.
Recalcó, además, que “la mujer es quien decide si interrumpe el embarazo. Acá no se influye sobre ella. La idea del acompañamiento es apoyarla aborte o no. Para eso se presta apoyo sicológico que contempla 10 sesione sicoterapéutica por persona”.
En cuanto a los legisladores, el senador Rossi dijo que “vivir un embarazo vulnerable es un drama en sí mismo, por lo que lo lógico es que el Estado apoye este proceso. Cuando uno ofrece un programa de este tipo, el pilar fundamental de éste debe ser la voluntariedad. No se puede obligar a la mujer a nada, hay que respetar su voluntad. Es grave pensar que la mujer vive en una especie de interdicción y tenemos que decidir por ella”.
Por otro lado, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe  dijo que “ha habido mucha caricatura pro y en contra del aborto. Se dice que el proyecto no obliga a nadie pero termina con una vida de un ser que no puede elegir”. Luego preguntó al Minsal respecto al costo y los equipos necesarios para diagnosticar enfermedades fetales incompatibles con la sobrevida. “Entiendo que son muy costosos y en Chile no hay, ¿se contempla eso en el informe?”.
Y, la presidenta de la Comisión, la senadora Carolina Goic  expresó que “creo que lo importante acá es hablar de una garantía que implica acompañar un proceso doloroso, independiente de la decisión que adopte la mujer. Estas mujeres requieren un apoyo sicólogico que sea garantizado con recursos y plazos establecidos tal como es el plan Auge. Chile Unido nos dijo que un 85% de las mujeres que atienden, continúan con el embarazo. Quisiera saber qué pasa con el 15% restante”.

 

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