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LyD publicó “Terrorismo en la Araucanía”.

El documento sostiene que la situación en La Araucanía se torna cada vez más crítica y no existe espacio de duda respecto de su naturaleza terrorista.

3 de abril de 2017

El Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), en su sección Temas Públicos, publicó el documento “Terrorismo en la Araucanía”.

El documento da cuenta que la situación del conflicto en La Araucanía ha alcanzado niveles de violencia inusitados, que se ven acompañados por elementos específicos que permiten perfilar con nitidez la presencia de acciones de carácter terrorista en una región en que la mayoría de sus habitantes rechaza las acciones violentistas de grupos minoritarios.

LyD señala que, en cuanto a la definición y aplicación del terrorismo, tanto el conocimiento acumulado a nivel teórico, como la constatación empírica del fenómeno terrorista hacen que una definición unívoca del fenómeno sea compleja de articular. No obstante, continúa, sí es posible identificar elementos constitutivos de la acción terrorista que a la luz de la teoría, la praxis y el tratamiento de organismos internacionales permiten identificar con cierta nitidez los componentes principales de su acción.

En primer lugar, sostiene el documento que el terrorismo es una práctica que plantea un método de utilización de la violencia empleado por diversos objetivos y móviles, ya sean de índole político, religioso o ideológico, pero cuyo fin es siempre el mismo: infundir terror en la población civil por medio de la publicidad de sus actos.
En segundo término, agrega, es importante consignar que la conducta terrorista es racional y concertada, a la vez que descansa sobre una organización que es plenamente consciente que con sus intervenciones específicas no dará consecución al objetivo final de su causa. En este sentido, añade, las organizaciones terroristas, como la CAM en La Araucanía, saben que con la quema de predios y la amenaza no avanzan hacia una mejora en las condiciones de existencia de la nación mapuche. Por ende, agrega LyD, emerge el tercer componente de la acción terrorista, que se vincula con el objetivo de generar una sensación de fragilidad y vulnerabilidad de una institucionalidad que el terrorista concibe como un obstáculo para su reivindicación; en este caso, el Estado Chileno expresado en la institucionalidad vigente, la Constitución y sus leyes.

Pero también, plantea el texto, el objetivo simbólico pasa a ser un elemento central, en una lógica donde la afectación social y psicológica trasciende la afectación material, indica. En el caso mapuche, ejemplifica, el ataque a parceleros, empresarios, iglesias y empresas forestales busca introducir un elemento de disruptividad en la cotidianeidad de la región, cuestión que se refleja en ámbitos como la nula inversión extranjera directa y la lamentable condición de rezago económico que experimenta la región más pobre de Chile.

Para dar cumplimiento al anterior fin, a juicio del Instituto, se torna necesario la publicidad de los actos, acompañadas de un mensaje de adjudicación de los mismos que difunda la causa y el móvil terrorista, a efecto de generar una ánimo de latencia permanente respecto de la sistematicidad de sus actos.
Finalmente, el componente ideológico es otro aspecto central del cuerpo de la organización terrorista, señala LyD. La descolonización del Wallmapu a la que aluden grupos como la CAM es el fundamento de su orientación antisistémica, que se reviste de componentes ideológicos anticapitalistas, donde la reclamación trasciende a las tierras reivindicadas y se sitúa en el plano de la autodeterminación en un territorio establecido. Respecto de lo anterior, la literatura emplea el concepto de terrorismo local o doméstico, en contraposición al terrorismo transnacional o global, explica el documento.

Finalmente, el documento sostiene que la situación en La Araucanía se torna cada vez más crítica y no existe espacio de duda respecto de la naturaleza terrorista de las acciones perpetradas por organizaciones como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), concluyendo que la indefinición de la autoridad respecto de considerarlas o no acciones de carácter terrorista, ha dado espacio para la impunidad y la escalada de violencia que sólo repercute en deprimir aún más las condiciones para la vigencia de la paz social y del Estado de Derecho en la región.

 

 

Vea texto íntegro del informe.

 

 

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