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LyD publicó «Primarias: ¿Qué esperar en términos de participación?»

Concluye LyD que es relevante la convergencia en torno a la candidatura vencedora, tanto en términos políticos como programáticos, de lo contrario, el espíritu del ejercicio de primarias se verá vulnerado.

1 de julio de 2017

El Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), en su sección Temas Públicos, publicó el documento “Primarias: ¿Qué esperar en términos de participación?”.
LyD señala que las elecciones primarias que se celebrarán el 2 de julio serán nuestra segunda experiencia en la realización de este tipo de comicios, tras las elecciones de julio de 2013.
A continuación sostiene que las cifras del proceso eleccionario indican que 13.531.553 ciudadanos en el territorio nacional y 21.270 chilenos en el exterior, que sean independientes o militantes de los partidos políticos de Chile Vamos o del Frente Amplio, podrán participar del proceso de nominación de su candidato único ante las elecciones generales de noviembre del presente año.
Luego, arguye que la principal diferencia respecto de 2013 está radicada en el ámbito político, explicando que la ausencia de candidatos de la coalición oficialista Nueva Mayoría será, sin duda, un factor a considerar en el análisis posterior.
LyD sugiere que el impacto en términos de convocatoria y el rezago en el ámbito del despliegue y exposición de los planteamientos de los candidatos de esta coalición, deberán ser ponderados en relación a la primera vuelta electoral de noviembre del presente año.
Por otro lado, agrega, la irrupción de un nuevo referente a la izquierda de la Nueva Mayoría como es el Frente Amplio, que sí participará de las próximas elecciones primarias, es también un elemento a revelar.
Enseguida añade, que el resultado en términos de su capacidad de convocatoria a las urnas será la primera puesta a prueba para un conglomerado que concibe a su capacidad de movilización y de atracción de electores marginados de la escena política como uno de sus principales activos.
A su juicio, el escenario político actual encuentra a la centroderecha en mejor pie en relación al cuadro de 2013.
Con respecto a la importancia de participar, argumenta que las elecciones primarias son un instrumento de las democracias modernas que permiten abrir la toma de decisiones partidarias en el ámbito de la selección de candidatos a la ciudadanía.
En este sentido, plantea, este tipo de instancias dotan de una legitimidad distinta a los candidatos que se exponen a un proceso más prolongado de fidelización de sus bases partidarias.
La segunda relevancia de las elecciones primarias en contextos de sufragio voluntario es, expone LyD, la movilización del electorado a través de un proceso que permite una inmersión de la ciudadanía en el clima electoral, exponiendo al electorado a mayores niveles de información y permitiendo construir redes de soporte territorial y voluntariado.
En tercer lugar, afirma, las elecciones primarias son el mejor instrumento a la hora de procesar democráticamente disensos programáticos internos bajo el principio de la regla electoral un elector un voto, con el compromiso de todos los candidatos de respetar el resultado y comprometer apoyos para quien resulte nominado, dada la naturaleza vinculante de la elección.
De este modo, continúa, tener un proceso eleccionario ejemplar en términos de una participación que se ubique dentro de un rango realista a la luz del fenómeno global de desafección ciudadana, que puede oscilar entre un 5% y un 10% del padrón habilitado (entre 700.000 y 1.300.000 electores) parece una cifra razonable para Chile Vamos.
Por contrapartida, LyD asevera que la convocatoria a las urnas por parte del Frente Amplio será la vara para evaluar su arraigo ciudadano y el nivel de sintonía que su oferta maximalista representa para los chilenos.
De acuerdo al Instituto, una participación por debajo de los 350.000 electores sería un rotundo fracaso para este nuevo conglomerado, por cuanto representaría una cifra por debajo del 3% de participación respecto del electorado global.
En definitiva, reitera la importancia de la participación en estas elecciones, por cuanto será una de las métricas que permitirá medir los pesos específicos de las coaliciones en la antesala de la elección general de noviembre próximo.
Concluye LyD que es muy relevante la convergencia en torno a la candidatura vencedora, tanto en términos políticos como programáticos, de lo contrario, el espíritu del ejercicio de primarias se verá vulnerado, constituyendo un grave precedente y una preocupante señal para un instrumento de participación que debe ser valorado y bien empleado -de ahí el llamado a la participación- en momentos de tanta desconfianza hacia la actividad política.

 

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