En una columna publicada recientemente, Iu Forn, periodista español, critica la práctica del vientre de alquiler o gestación subrogada.

En el documento, el autor expone que al acto consistente en que una mujer acuerda con una pareja o una persona individual que le sea transferido un embrión para gestarlo hasta parirlo y que el bebé resultante sea cedido por la madre a los "arrendatarios", pasando a ser considerado hijo suyo, se le denomina de diversos modos: gestación subrogada, gestación por sustitución, subrogación uterina o subrogación gestacional, teniendo todos en común el concepto de subrogación, que significa “poner en el lugar de otros”. Los críticos con dicha práctica, por su parte, la llaman vientre de alquiler.

El columnista señala contarse entre estos últimos, habiéndose convencido por el lema de una de las agencias que organiza el operativo para realizar dicha práctica: "La maternidad a tu alcance, ¡Formar una familia ahora es para todos!".

En la columna se plantea que, si bien creemos tener derecho a todo, tenerlo todo es imposible y, por lo tanto, no tenemos derecho a todo. En el caso de esta práctica, y teniendo en cuenta sus precios, ser pobre es la primera restricción a este todo. Después está la parte humana de quien pone el cuerpo: quién se cree con derecho a todo, ¿ha pensado en la gestante? ¿O sus sentimientos y su identidad como madre se acaban a partir de un cierto precio? Y lo anterior sin entrar a considerar la parte de negocio que tiene la práctica, con la presión de las empresas a mujeres desesperadas que pasan a formar parte de una raza dedicada a engendrar a los hijos de quien pueda pagarlos.

A continuación, se aduce que, si de lo que se trata es de poder formar una familia, ¿por qué no adoptar? En el mundo hay millones de niños sin familia o con una familia que serían mejor no tenerla. ¿Por qué no se puede querer, educar y transmitir tu herencia vital a un niño sin futuro y a quien se puede ayudar a tener uno? ¿O es que de lo que se trata es de tener un juguete nuevo y genéticamente a la carta? ¿O el problema es que según cómo sean los niños no nos hacen conjunto con el color de los muebles del comedor?

La columna muestra la opinión de José Pérez Bernal, director general de trasplantes del colegio oficial de médicos de Sevilla, quien señala en un tuit: “Muchas mujeres jóvenes trasplantadas no pueden ser madres por correr riesgo su vida #GestaciónSubrogada es su única solución #DonaVida”

Al respecto, el autor expone su discrepancia, pues no se entiende eso de que "es su única solución". Además, no tiene nada que ver dar un riñón en vida con que una persona geste un ser vivo. Finalmente, lo que no se entiende es que, si no pueden ser madres biológicas, para sentirse madres, la solución pase por que lo sea otra mujer haciendo de ellas.

De esa manera, se concluye manifestando que recientemente Albert Rivera, diputado español, presentó en el Congreso de los Diputados una ley para regular los vientres de alquiler en España y que se haga de una manera altruista. A raíz de eso habló del tema en un acto, preguntándose: "¿Quiénes somos nosotros para decir a los otros que no pueden ser padres?". El columnista plantea otra pregunta como respuesta: ¿Quiénes somos nosotros para impedir a niños que no tienen padres, por los motivos que sea, a criarse sin tener la oportunidad de tenerlos? Y todo porque quien podría convertirse en sus padres, quiere hacer parir un niño "nuevo" a una desconocida a quien nadie le ha preguntado por sus sentimientos.

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