Aún sin una Constitución democrática, bastó el compromiso del Gobierno de Adolfo Suárez y de los líderes de la oposición Felipe González y Santiago Carrillo para el ingreso de España en el Consejo de Europa. Su adhesión no sólo se hizo en tiempo récord, sino que fue un proceso inédito. Un año antes, Portugal había accedido a la organización paneuropea, pero después de aprobar su Carta Magna.
La Constitución española tardaría trece meses en entrar en vigor, tras ser aprobada por las Cortes y en referéndum.
Las autoridades españolas se comprometieron entonces a recoger en la Constitución los valores del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo debatió el 12 de octubre de 1977 el informe "La situación en España", cuya recomendación 820 a favor de la adhesión fue aprobada, convirtiéndose España un mes después en el vigésimo miembro de la organización.
Durante estos cuarenta años, España ha ratificado 136 convenios y protocolos del Consejo y ha firmado 11 que están pendientes de ratificación. Entre ellos, los relativos a la prevención del terrorismo, la violencia de género y los abusos sexuales a menores.
El Consejo de Europa, que fue fundado en 1949 y tiene su sede en Estrasburgo, Francia, está formado hoy por 47 miembros en los que se incluyen los 28 estados miembros de la UE y su objetivo principal es desarrollar principios democráticos comunes entre sus miembros, basándose en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales y otros estándares sobre derechos humanos.

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