Recientemente, Maria do Carmo Santos, abogada brasileña, especialista en Derecho Público y Proceso del Trabajo, publicó un artículo enfocándose en la nueva modalidad contractual consistente en el contrato electrónico.

Sobre el particular, la autora recuerda que el contrato mismo, fue creado para facilitar las permutas comerciales desde la antigüedad, su origen se dio para garantía del cumplimiento de una obligación, volviéndose un elemento imprescindible en el medio comercial.

De este modo, expresa el estudio que el contrato, además de ser –junto a la familia y la propiedad- uno de los pilares del Derecho privado, es uno de los institutos jurídicos más antiguos y relevantes, siempre estrechamente relacionado con la realidad social; agregando, que frente a su vínculo con la sociedad en que está inserto, el contrato viene sufriendo innumerables transformaciones en su configuración, para adaptarse a las necesidades sociales de cada momento histórico, siendo que en un mundo cada vez más globalizado, e integrado con los aparatos de internet, el aumento creciente de la contratación por medios electrónicos adquiere contornos que asustan, frente a la falta de una regulación específica para esta modalidad contractual.

Por otra parte, la abogada sostiene que con las transformaciones que sobrevinieron a la definición de contrato, especialmente en el transcurso del siglo XX, encontramos que el contrato electrónico es marco de la transformación del derecho contractual clásico y formal, debido a que no tiene una forma de creación, se desarrolla y extingue sus vínculos por la internet, creando muchas veces inseguridad jurídica a los contratantes.

Así, el artículo precisa que ante el surgimiento y crecimiento de las contrataciones por medio electrónico, añadida la ausencia o la poco significativa regulación de la materia en nuestros ordenamientos jurídicos, los operadores del Derecho, legisladores, jueces, abogados e investigadores tienen un desafío importante: crear, evaluar y aplicar reglas jurídicas lícitas para esta nueva modalidad contractual, que terminantemente fue creado por el propio hombre.

En razón de lo expuesto explica que, por medio de su estudio, se pretende  demostrar la evolución del contrato electrónico el que representa un gran cambio en la concepción del contrato, que ya no puede más ser visto de forma limitada con el carácter formal e individualista de antes, sino que debe ser visto, analizado, y quizá juzgado, de forma amplia con vistas a otorgar estabilidad a las relaciones de negociación, atendiendo al principio de la buena fe, que debe rodear toda y cualquier relación de negociación, y al mismo tiempo la función social del contrato, orientado a la obtención del equilibrio contractual entre las partes.

Vea texto íntegro de la publicación.

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