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Amnistía afirma que población civil de Hudaida está a la espera de que la ONU resuelva sobre conflicto y crisis humanitaria de Yemen.

«Es preciso proteger a cientos de miles de civiles que están atrapados cerca de los frentes de combate y permitirles que salgan de forma segura de la ciudad», dijo Sherine Tadros, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la ONU en Nueva York.

20 de noviembre de 2018

Amnistía aseguró que la población civil de Hudaida está petrificada ante la probable embestida que sufrirá, a menos que el Consejo de Seguridad de la ONU actúe para presionar a las partes beligerantes de Yemen para que la proteja y garantice un acceso pleno de la ayuda humanitaria.
“A pesar de haberse interrumpido los combates en los últimos días, Hudaida sigue al filo de la navaja y el inquietante temor de un peligro mortal se cierne sobre ella. Es preciso proteger a cientos de miles de civiles que están atrapados cerca de los frentes de combate y permitirles que salgan de forma segura de la ciudad”, dijo Sherine Tadros, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la ONU en Nueva York.
Añadió, a continuación, que las bombas y los proyectiles han matado a miles de civiles en todo Yemen, mientras que el descenso a los infiernos de la peor crisis humanitaria del mundo ha puesto a muchos millones de personas que ya sufrían inseguridad alimentaria en peligro inminente de hambruna. El Consejo de Seguridad debe exigir que todos los bandos protejan a la población civil respetando el derecho internacional humanitario. Deben garantizar la afluencia sin impedimentos de ayuda humanitaria y artículos esenciales, también a través del puerto de Hudaida.
Luego la directora afirmó que “no es hora de debates y palabras de apoyo. Todos los Estados, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, deben detener la entrada de armas para su uso en el conflicto y hacer todo lo que esté en su mano para evitar más violaciones. De lo contrario, también serán parte del problema. Además, deben dejar claro que los responsables de crímenes de guerra en Yemen rendirán cuentas".
El 9 de noviembre, fuerzas yemeníes, apoyadas por la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU, anunciaron una “gran ofensiva” para arrebatar Hudaida del control huzí. Amnistía Internacional ha documentado graves amenazas para los cientos de miles de civiles que se cree que siguen en la ciudad y que no pueden irse debido al hundimiento de la moneda del país, la gran subida de los precios del combustible y los exorbitantes alquileres que se piden en otros lugares.
Enseguida, Amnistía comentó que la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU no ha cumplido sus promesas de septiembre, cuando garantizó que crearía pasillos humanitarios para la población civil que huye de la ciudad. Sólo queda una ruta practicable, que va hacia el norte. Si se interrumpe, la población civil quedará totalmente cercada en una zona de conflicto.
Quienes han conseguido huir de la ciudad se han unido a los 445.000 civiles de toda la gobernación de Hudaida desplazados por la violencia desde junio de 2018, según cifras de la ONU.
Las fuerzas huzíes han militarizado al menos un hospital en la ciudad de Hudaida y han colocado minas en varias rutas de salida. Cada vez se introducen más en viviendas civiles de zonas muy pobladas, una táctica que parece intentar atraer el fuego de la coalición contra barrios civiles con desastrosas consecuencias.
Fuera de Hudaida, los ataques de la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU han alcanzado a personas desplazadas por la violencia, mientras que en el interior de la ciudad han impactado en zonas del centro, como el ataque del 11 de noviembre en los alrededores del hospital de Al Thawra, que provocó la huida aterrorizada de cientos de pacientes y personal del hospital.. El hospital volvió a ser alcanzado de nuevo esta semana por proyectiles de origen desconocido.
El organismo asevera también que miles de civiles corren grave peligro debido al uso por ambos bandos de armas explosivas indirectas, como proyectiles de mortero y fuego de artillería. Dada su imprecisión y la amplitud de sus efectos, estas armas son de efecto indiscriminado cuando se utilizan en zonas pobladas.
Los combates en Hudaida están bloqueando el acceso a almacenes de ayuda y otros centros de asistencia humanitaria, lo cual agrava aún más la ya terrible situación humanitaria de millones de civiles de Yemen. Según el Programa Mundial de Alimentos, los combates cerca de la ruta de suministro Kilo 10, en las afueras de Hudaida, le han impedido el acceso a los molinos del Mar Rojo, donde hay almacenadas 51.000 toneladas de trigo, cantidad suficiente para alimentar a 3,5 millones de personas durante un mes.
El puerto de Hudaida es fundamental para un país que depende las importaciones para cubrir el 80% de sus necesidades básicas. Amnistía Internacional había avisado de que cortar esta línea de abastecimiento agravaría aún más la que ya es la peor crisis humanitaria del mundo, con 14 millones de personas (la mitad de la población del país) al borde de la hambruna.

 

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