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A propósito del cambio climático:Tras una nueva COP, ¿qué tanto se ha avanzado?

La situación del planeta es crítica, e instan a la acción inmediata para evitar los efectos devastadores que tendrían lugar si la temperatura del planeta aumenta en 2°C sobre los valores pre-industriales durante el presente siglo.

20 de diciembre de 2018

En una reciente publicación de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN) se da a conocer el artículo “Tras una nueva COP, ¿qué tanto se ha avanzado?”

¿Qué es la COP?

La BCN recuerda que el año 1992, con ocasión de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, Brasil, se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático(CMNUCC), cuyo principal objetivo es prevenir y actuar ante los efectos negativos que tiene la intervención humana sobre el sistema climático.
Desde entonces y cada año, las Partes de esa Convención se reúnen al menos una vez al año para seguir adelante con la implementación de este instrumento, siendo estas reuniones conocidas como Conferencias de las Partes de la CMNUCC o COP.
La última de ellas, su versión vigésimo cuarta (COP24), tuvo lugar en la ciudad de Katowice en Polonia, los pasados días 2 a 14 de diciembre. En ella se celebraron los 3 años desde la adopción del histórico Acuerdo de París (COP21), en el cual de manera ambiciosa se intentó acelerar las acciones e inversiones que permitan frenar el cambio climático reduciendo las emisiones de carbono para garantizar un futuro sostenible. 
Uno de los principales objetivos fijado en el Acuerdo de París fue mantener por debajo de los 2°C el aumento de la temperatura global durante este siglo, y en lo posible limitar dicho aumento a 1,5°C.
La próxima edición de la COP tendrá lugar en nuestro país en diciembre de 2019. De manera paralela, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, ha convocado para una Cumbre sobre el Clima 2019, la que tendrá lugar en el mes de septiembre.
Es por ello, afirma la BCN, que resulta importante conocer los principales avances alcanzados en estas reuniones y a la luz de las metas definidas por el Objetivo de Desarrollo N° 13 “Acción por el Clima”, de la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Importancia de la COP24 para la comunidad científica internacional

La BCN explica que la nueva edición de la Conferencia de las Partes no tiene un parangón en el pasado reciente, básicamente por dos razones: en primer lugar, porque se esperaba que en esta COP se diese por acabado el “Libro de Reglas” de los acuerdos contenidos en la COP21 de París, esto es, se esperaba que se adoptase de manera definitiva el plan de acción global para detener el calentamiento de la atmósfera. El Libro de Reglas, es una herramienta clave para que lograr que el Acuerdo de París funcione y ratifique su estatus de ser el primer gran acuerdo global climático, firmado y ratificado por todos los países miembros de la CMNUCC.
En segundo orden, la COP24 no tiene semenjanza con ninguna de las anteriores Conferencias porque esta nueva versión ha tenido lugar justamente unos meses después de haberse dado a conocer el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés), en el cual se indican los efectos adversos y devastadores que podrían tener lugar si la temperatura promedio del planeta supera los 2°C y los compara con los potenciales efectos que podrían ocurrir si se evita que el calentamiento global sobrepase la temperatura de 1.5°C.
El mencionado informe, continúa, -cuyo antecedente más reciente era el informe del año 2013 – notificó a la comunidad científica de la gravedad del asunto y de la premura por acciones concretas para mitigar emisiones y adaptar los territorios más vulnerables a los efectos del cambio climático, siendo bastante más enfático en esta versión que en las anteriores y abogando por un cambio radical e inmediato en la forma en la que la humanidad se relaciona con el medio ambiente, otorgando un plazo de 11 años para que se produzca este cambio u ocurran los  perniciosos efectos.
Otros destacados informes van en la misma línea, en particular aquél liberado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y denominado como el Informe de la Brecha de las Emisiones.
De periodicidad anual, este documento expresa en su edición 2018 que las Contribuciones Nacionales Indicadas de cada país se deben quintuplicar para no superar los 1.5°C, o bien, se deben triplicar si el objetivo es no superar los 2°C.

Cronología e hitos de la COP24

Luego, el texto expone que los resultados de la 24ª edición de la COP no lograron satisfacer la altas expectativas puestas en ella, pues existió desacuerdo entre las Partes en temas altamente sensibles y controversiales, como son: el reconocimiento del reporte del IPCC, el establecimiento de las metas de reducción de CO2 por país, y el funcionamiento y regulación de los mecanismos de comercio de carbono.
En cuanto al primer punto, esto es el escepticismo acerca del reporte de la IPCC, éste fue motivado por la presentación de varios expertos en la materia en representación de Rusia, Estados Unidos, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos quienes señalaron varias reservas ante la evidencia académica existente.
Sin perjuicio de lo anterior, la BCN destaca que la Presidencia de esta COP, radicada en Polonia, presentó 3 iniciativas:

  1. Promoción de la electromovilidad, ante la necesidad de ir evolucionando hacia transportes cero emisiones.

  2. Transiciones justas, esto es, protección de los ecosistemas y el clima manteniendo el desarrollo económico y los trabajos.

  3. Declaración “Bosques para el clima”, que intentará conservar los pulmones verdes del planeta aumentando la captura de Gases de Efecto Invernadero por parte de estos.

Dentro de los principales acuerdos de la COP24, el “paquete climático” de medidas incluye:

  • Reglas sobre la información de las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC), así como un registro y contabilidad de las acciones contra el cambio climático de los países y medidas de mitigación, adaptación y apoyo financiero a la acción climática de países en desarrollo y menos desarrollados.

  • Instrucciones guía sobre el establecimiento de nuevos objetivos de financiación a partir 2025 en adelante, para dar seguimiento al objetivo actual de movilizar 100.000 millones de dólares anuales para el apoyo de países en desarrollo.

  • Avances en el modo cómo realizar el balance mundial sobre la eficacia de la acción climática en el 2023, y cómo evaluar el avance en el desarrollo y transferencia de tecnologías entre hemisferios.

  • Otro aspecto destacable es el hecho de que varios países desarrollados comprometieron apoyo financiero a países en desarrollo para que puedan adoptar medidas frente al cambio climático, contribuyendo con el Fondo Verde para el Clima. Países como Alemania y Noruega anunciaron que doblarán sus contribuciones a esta instancia de financiamiento. A su vez, el Fondo de Adaptación recibió un total de 129 millones de dólares, mientras el Banco Mundial comprometió el aporte de 200.000 millones de dólares para financiar la acción climática durante el período 2021-2025. 

Sin embargo, añade, como pendientes quedaron, entre varios otros aspectos, una mejor gestión de las soluciones de enfoque cooperativo y mecanismos de desarrollo sostenible ubicadas en el artículo 6 del Acuerdo de París, en especial, en lo relativo a los mecanismos de mercado como los bonos de carbono, materia que lleva varias COPs sin ser resuelta.
Finalmente, la BCN destaca que el gran logro de esta edición de la COP ha sido poner sobre el tapete y en medio de las negociaciones temas tan importantes como medio ambiente y derechos humanos, dando especial preponderancia a los asuntos de género y de desarrollo de mujeres y jóvenes rurales y al financiamiento para que las comunidades que ellos representan “no se queden atrás”, en referencia a la frase insigne de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Esto fue reafirmado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en una carta abierta: “Es fundamental que el resultado de la COP24 en Katowice se base en compromisos concretos para defender la dignidad y los derechos humanos, a fin de cumplir con el legado y el propósito del Acuerdo de París, así como con los esfuerzos mundiales para alcanzar el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza extrema”.

 

Chile: ¿cómo se posiciona  ante el cambio climático?

Enseguida, el documento detalla que las contribuciones propuestas por Chile en la materia se contienen en el documento Resumen de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional presentadas por los países de las Américas y el Caribe en la Conferencia de las Partes COP21 en París, en el cual se destaca:

Objetivos Prioritarios del País

  • Reducir sus emisiones de CO2 en un 30% para el 2030.

  • Lograr el manejo sustentable y la recuperación de 100.000 hectáreas de bosque.

Áreas Identificadas de Acción Parlamentaria

  • Introducir un impuesto a la emisión de CO2, SOx, NOx y PM.

  • Fortalecer los marcos legales nacionales para la adaptación al cambio climático y mitigación del cambio climático.

  • Crear mecanismos para supervisar, informar y evaluar los esfuerzos nacionales.

Compromisos de Mitigación

  • Incrementar al 20% la participación de energías renovables en la matriz energética para el año 2018.

  • Reducir la demanda y el costo marginal de la electricidad.

  • Aplicar el concepto de desarrollo sostenible al sector de construcción.

  • Garantizar la complementariedad de los planes energéticos y ambientales de mediano y largo plazo.

Compromisos de Adaptación

  • Desarrollar planes de adaptación sectoriales.

  • Aplicar una perspectiva descentralizada a la adaptación al cambio climático y resiliencia.

  • Trabajar hacia una gestión sostenible del agua, silvicultura y agricultura.

  • Proteger la biodiversidad y los ecosistemas.

Las medidas propuestas y comprometidas, asegura la BCN, son muy esperadas para avanzar  en  la adaptación del territorio nacional, pues, en palabras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Chile no cuenta aún con un marco normativo consistente y con políticas públicas coherentes que atiendan a la prevención, gestión y mitigación del riesgo y el manejo de desastres con una mirada integral”.
En efecto, puntualiza la BCN, el BID, en su Índice de Gobernabilidad y Políticas Públicas, en gestión del riesgo de desastres, ha expresado respecto de Chile, que  “se puede aseverar que la falta de una legislación moderna y habilitadora -en el sentido de que fomente la participación y establezca responsabilidades- se convierte en un sensible factor de limitación para un avance más sostenido” y que, en definitiva, no existe una normativa sistémica en torno al cambio climático, los desastres naturales, ni el riesgo integral.
Por lo anterior, el mismo BID recomienda que para formar una mayor y mejor capacidad adaptativa acorde a los compromisos de la COP24 los países deben considerar aspectos tales como:

  • Incluir partidas presupuestarias específicas para la prevención y gestión del riesgo en el interior de las diversos servicios públicos que participan del sistema de protección civil;

  • Regular la cooperación internacional proveniente de agencias, gobiernos e incluso donantes extranjeros, para que sus contribuciones puedan recibirse y destinarse con rapidez a la atención de la población vulnerada en caso de desastres. 

  • Establecer procedimientos estandarizados que faciliten la recepción de ayuda humanitaria y la participación de profesionales extranjeros en las tareas de rescate, reconstrucción, rehabilitación y atención post-desastres. 

  • Elaborar protocolos, planes y estrategias de intervención en equipos de respuesta que faciliten el despliegue y la labor de personal especializado. 

  • Establecer normas vinculantes de construcción para infraestructura crítica, como la hospitalaria. 

  • Establecer la obligatoriedad de difundir a través de diversos medios de comunicación programas de educación en materia de desastres que contribuyan a generar una cultura nacional en favor de la prevención y gestión del riesgo. 

Por último, la BCN comenta que la próxima Conferencia de las Partes (COP25) tendrá lugar en Chile, durante diciembre de 2019, y el desafío será avanzar de manera decidida durante los próximos meses en los compromisos adquiridos para combatir el cambio climático y el manejo de los desastres.

 

Vea texto íntegro del documento

 

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