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Escriben: «La autonomía de la voluntad en los contratos internacionales, como instrumento para hacer justicia».

La autora aduce que la autonomía de la voluntad en el plano individual nos brinda la posibilidad de tomar nuestras propias decisiones.

3 de julio de 2019

Recientemente, en Argentina, la doctoranda en Derecho Cristina Britos publicó un artículo acerca de si la normativa vigente en el Código Civil y Comercial de la Nación (CCyCN), que consagra el principio de la autonomía de la voluntad en materia de contratos internacionales, responde a las necesidades del tráfico comercial actual.

En el documento, se expone que, frente a la necesidad de alcanzar la mayor previsibilidad y seguridad en las transacciones comerciales, reflexiona sobre el contrato internacional como uno de los principales instrumentos jurídicos para el intercambio de cosas, derechos y servicios que moviliza la economía de los mercados internacionales.

Luego, explica que para comprender la dinámica contractual actual a la luz del principio de la autonomía de la voluntad, resulta imprescindible desentrañar los fundamentos que sostienen el sistema legal concebido por el CCyCN.

La autora plantea entonces que se sabe que el Derecho debe ser el principal guardián de las libertades de la persona humana, punto de partida del espíritu de la legislación, para que el DIPr sea entendido ya no como un derecho que resuelve conflictos de leyes, sino como un instrumento abierto a la autonomía para prevenir litigios y realizar la justicia en los casos multiestatales.

A continuación agrega que, en este sentido, el sistema normativo propuesto tiene el gran valor, por un lado, de resguardar la voluntad de las partes que pueden elegir tanto el juez competente como el derecho aplicable que consideren más convenientes para resolver sus posibles controversias, y, por el otro, de proyectar una regulación sólida y acorde a las tendencias más modernas del derecho comparado para el caso en que las partes no ejerzan su autonomía.

Finaliza señalando que, desde esta nueva mirada, que alberga la riqueza de la pluralidad de auto-determinarse y escoger libremente las opciones que dan sentido a la propia existencia, y desde el pleno convencimiento que defendiendo la libertad como “uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”, será posible alcanzar la justicia por medio del derecho.

 

 

Vea texto íntegro de la publicación.

 

 

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