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Prosperidad, felicidad y seguridad

¿Puede China cambiar la definición de Derechos Humanos?

“Los derechos humanos no son un monopolio de un pequeño número de países, y menos aún deberían utilizarse como herramienta para presionar a otros países e inmiscuirse en sus asuntos internos”

1 de marzo de 2021

Recientemente, The Diplomat ha publicado un artículo en el que se comenta el discurso entregado por China, en la 46° Sesión del Consejo de DDHH de las Naciones Unidas celebrada el 22 de febrero de este año.

En específico, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, pronunció un discurso en la referida Sesión del Consejo. Fue la primera vez que un funcionario del Gobierno chino se dirigió al principal organismo de Derechos Humanos de la ONU, y el discurso, según la autora, contenía pistas importantes sobre el intento de Beijing de rehacer el concepto mismo de DDHH para adaptarlo mejor al Partido Comunista Chino (PCCh).

El artículo expone que, el PCCh ha sido acusado de abusos a gran escala de los DDHH desde la fundación de la República Popular en 1949. Desde los ataques contra empresarios e intelectuales en sus primeros días, hasta la represión en el Tíbet en 1959 y el derramamiento de sangre de la Revolución Cultural. La persecución política ha sido un sello distintivo del régimen del Partido, con la represión militar en 1989 contra los manifestantes en la Plaza de Tiananmen, quizás como el ejemplo más famoso. Hoy, señala el artículo, la mayor mancha en el historial de DDHH de Beijing, es la campaña en curso contra los grupos musulmanes turcos, en particular, los iugures nativos, en la región china de Xinjiang. Esta última atrocidad, que incluye detenciones masivas, trabajos forzados y vigilancia constante, hizo que Estados Unidos acusara a China de un total genocidio.

Enseguida, el artículo explica que el discurso de Wang, dedicó gran parte a defender las políticas de China hacia Xinjiang y Hong Kong, donde entró en vigencia una nueva Ley de Seguridad Nacional el año pasado. No obstante ello, llama la atención de la autora el estilo argumentativo utilizado en el discurso, en tanto señala que buscaba cambiar la definición de “derechos humanos” a una más adecuada a la fuerza del PCCh, centrándose ante todo en el desarrollo económico y la seguridad.

Así, la propuesta del Ministro chino postula que la búsqueda fundamental de los derechos humanos “centrados en las personas” es el “sentido de beneficio, felicidad y seguridad de ellas”. En esta formulación, la prosperidad económica encabeza la lista, el nebuloso concepto de “felicidad” pretende reemplazar a marcadores más concretos como igualdad racial y de género o la libertad de religión, y la seguridad nacional se eleva a prioridad de derecho humano. La numeración de DDHH presentada incluye los conceptos de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad. El orden aquí, con paz y desarrollo económico a la cabeza, y democracia y libertad luego, es particularmente notable, ya que Wang afirmó que China erradicó la pobreza extrema en 2020, considerándolo como un “hito en nuestro logro de proteger los derechos humanos”.

Luego, se explica que, en cuanto al DDHH a la seguridad, China considera que sus acciones en Xinjiang son una respuesta justificada a la actividad terrorista. En efecto, las autoridades chinas responden a las acusaciones por violaciones de derechos, señalando que no ha habido ataques terroristas en Xinjiang desde 2017, y que brindar este derecho humano a la seguridad vale cualquier costo que pueda conllevar en el “sentido occidental de los derechos humanos”, por ejemplo, la libertad de expresión, religión y de asociación.

Por último, la autora opina que, al promover una redefinición de los derechos humanos para incluir la seguridad económica y física, China esencialmente espera cambiar los parámetros para entrar a competir con las democracias liberales (y particularmente con los Estados Unidos) por el alto nivel moral de protección de los derechos humanos. En relación a esto, el artículo destaca que, Wang Yi dijo en su discurso: “los derechos humanos no son un monopolio de un pequeño número de países, y menos aún deberían utilizarse como herramienta para presionar a otros países e inmiscuirse en sus asuntos internos”. Fue incluso más directo en un momento, toda vez que Chine quiere que el Consejo “rechace la interferencia en los asuntos internos de otros países y el doble estándar bajo pretexto de proteger los DDHH”.

 

Vea texto íntegro del discurso.

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