La Audiencia Provincial de Valencia absolvió de un delito de homicidio a un hombre que mató a su hermana tras darle numerosas cuchilladas en una pelea, al reconocerle en su actuación la circunstancia eximente de responsabilidad penal de miedo insuperable, pues atacó a la víctima al temer, racionalmente, por su propia vida.
Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, cuando el acusado y su hermana comenzaron a discutir por motivo de quién hacía la comida. La víctima, que se encontraba bajo los efectos de la ingesta de alcohol y medicamentos, rompió varios objetos, agarró del cuello a su hermano e intentó agredirlo con un cuchillo. El acusado logró arrebatar el arma a su familiar y le propinó decenas de cuchilladas que le causaron la muerte. A continuación, llamó a su madre y al teléfono de Emergencias, 112, para contar lo sucedido.
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Los dos médicos forenses que examinaron su estado psíquico expusieron durante el juicio que, en el momento de los hechos, al acusado no se le representó otra salida que agredir a su hermana. De acuerdo con el dictamen de los especialistas, la pelea pudo provocarle “una respuesta del instinto de conservación”, al asumir que su vida corría peligro, y hacerle experimentar una “emoción violenta”, por la que “se actúa de manera impulsiva y se pierde la capacidad reflexiva”. De este modo, el imputado habría actuado “como si estuviera poseído por el instinto de supervivencia”, frente a un “peligro inminente, cierto y real de perder la vida”.
La sentencia recogió el veredicto de no culpabilidad emitido por un jurado popular el pasado mes de marzo. El jurado, por seis votos a favor y tres en contra, declaró probado que el acusado no percibió “otra salida” que esa reacción violenta para garantizar su supervivencia, tal y como dictaminaron los médicos forenses.