Como es de público conocimiento, el día 10 de noviembre del presente año, en la Feria Ganadera Fegosa llevada a cabo en la ciudad de Puerto Montt, se avistó una vaca que fue rayada en su cuerpo con pintura por desconocido con las frases “VOTA KAST” y con un número 2 en su cabeza, haciendo clara alusión al candidato presidencial José Antonio Kast, con evidentes fines electorales, siendo exhibida al público como una suerte de propaganda política.
Estos hechos fueron subidos a redes sociales por un usuario mediante un vídeo, donde se escucha al locutor del evento decir “votemos por Kast o se va al matadero”, ante la risa de los presentes en la feria, también se puede observar como la vaca es golpeada y huye atemorizada de quien la golpea, logrando el objetivo de quienes la exhiben: Hacer campaña pública. Tras la viralización del vídeo, hubo un repudio general por parte de la ciudadanía, por lo que la diputada Marcela Sandoval Osorio habría presentado una denuncia.
Fundación Abogados Por Los Animales (APLA), como organización dedicada al derecho animal en Chile, presentó una querella por delito de maltrato animal ante el Juzgado de Garantía de Puerto Montt.
Los animales no son objetos con los cuales podamos hacer lo que queramos, son seres sintientes y no nos vamos a quedar inmóviles frente a la injusticia y el abuso de realizado por particulares, ni menos en el contexto de futuras elecciones de la máxima autoridad de nuestro país, quien debe incluir y tener presente en su programa la protección y bienestar de los animales no humanos en su futuro gobierno.
El maltrato animal no involucra solo sufrimiento físico, sino que también psicológico, los animales tienen experiencias sensitivas y consciencia, siendo capaces de sentir dolor, estrés y temor. Todos estos aspectos están reconocidos en nuestro Código Penal, quien castiga a quien cometiere actos de maltrato o crueldad con animales, y entiende por ello a toda acción u omisión, ocasional o reiterada, que injustificadamente causare daño, dolor o sufrimiento al animal.
A mayor abundamiento, nuestro ordenamiento jurídico protege y regula el trato digno que se debe dar a los animales, como seres sintientes que son, encontrándose estos protegidos en distintos cuerpos legales. Es así como la Ley 20.380, sobre Protección de los Animales, reconoce en su artículo primero, inciso uno, que la ley: “Establece normas destinadas a conocer, proteger y respetar a los animales, como seres vivos y parte de la naturaleza, con el fin de darles un trato adecuado y evitarles sufrimientos innecesarios”.
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En los hechos acontecidos podemos apreciar los elementos que componen el tipo penal por cuanto se trata de un acto a todas luces, injustificado, ya que pese a tratarse de un animal de la ganadería y que consecuentemente se produciría su muerte por el consumo de su cuerpo, el hecho de golpearlo y exhibirlo como propaganda política no es un acto necesario previo al sacrificio del mismo, siendo carente de toda justificación los golpes propinados y la exposición realizada que consecuentemente, causan un daño, dolor o sufrimiento.
Condenamos lo ocurrido con la vaca de la Feria Ganadera de Fegosa, haremos todo lo necesario para que casos como estos no vuelvan a ocurrir y llegaremos hasta la última instancia para hacer justicia por los animales no humanos.
un abuso innecesario, los animales no humanos no participan de la Politika.
Me imagino que cuando se comen un asado, no presentan querellas contra los mataderos, los ganaderos, los supermercados ni contra todos quienes, por necesidad biológica, debemos comernos un animal. La industria alimentaria si que es contaminante y maltratadora, pero debido a que es noticia una mero rayado a un ser vivo que no dimensiona ni «siente» como un ser humando, dotado de conciencia y dignidad, inmediatamente se alzan las voces «indignadas» al cielo.
Es transhumanismo es una nueva tendencia en el mundo, donde todo o cualquier cosa, merece mayor protección que los propios seres humanos. Me preocupa más, que los niños más necesitados puedan tener acceso a proteínas de calidad y en la proporción adecuada a su desarrollo.
Hay que luchar porque los animales dejen de ser considerados como bienes muebles y así evitar su sacrificio.