El enviado especial de la ONU, Tor Wennesland, ante el Consejo de Seguridad sobre la grave situación humanitaria en Gaza manifestó que todos los autores de actos violentos deben rendir cuentas y comparecer rápidamente ante la justicia.
El coordinador para el Proceso de Paz en Oriente Medio -designado por el Secretario General de las Naciones Unidas- ante el órgano que tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y seguridad internacional, tras su visita a Gaza informó que el sistema de respuesta humanitaria está al borde del abismo.
Lo anterior, ya que la Franja de Gaza continua enfrentándose a retos insuperables en lo que respecta a la ayuda humanitaria, para lo cual Wenneslan expresó “(…) su profunda preocupación por la escalada de tensiones en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental”, por cuanto se ha intensificado los intercambios armados entre palestinos y fuerzas armadas israelíes, lo cual ha provocado un número excesivo de muertes y detenciones.”
No sólo manifestó su preocupación por los ataques provocados por colonos israelíes contra palestinos, sino que además por los ataques mortales perpetrados por palestinos contra israelíes en la Cisjordania ocupada en Israel. De ahí, su llamado a que los autores sean sometidos ante la justicia.
Al margen de lo anterior, a propuesta de Emiratos Árabes Unidos, el Consejo sigue negociando una resolución que solicita la suspensión urgente de las hostilidades a fin de permitir el acceso humanitario seguro y sin trabas. Dicho proyecto, el cual será sometido a votación, insta a que se facilite el uso de todas las rutas terrestres, marítimas y áreas hacia la Franja, lo cual supone que se abra el paso fronterizo de Karem Shalom para la prestación de asistencia.
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Cabe recordar, que hace un par de semanas, hubo una sesión extraordinaria de emergencia por parte de la Asamblea General, la cual aprobó una resolución por mayoría de 153 Estados miembros a favor, 10 en contra y 23 abstenciones, respecto del cual se solicitó un alto fuego humanitario inmediato y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, junto con garantizar el acceso humanitario.