El sistema polÃtico chileno enfrenta una creciente fragmentación, reflejada en el alto número de candidatos independientes que buscan llegar a la papeleta presidencial.
Este fenómeno es resultado de una serie de reformas implementadas en los últimos años:
- Cambio al sistema electoral proporcional en 2015.
- Reducción de requisitos para formar partidos polÃticos.
- Nuevo sistema de financiamiento estatal a partidos y campañas.
Efectos de las reformas:
– Menor umbral de votos para ser electo diputado (de 33% a 11%).
– Aumento de partidos con representación parlamentaria (de 8 a 21).
– Facilidad para formar nuevos partidos (menos firmas requeridas).
– Acceso a financiamiento público para partidos y candidatos.
«Todo partido polÃtico legalmente constituido a nivel nacional o regional accede a financiamiento público permanente»
Consecuencias preocupantes:
– Atomización del sistema polÃtico.
– Dificultades para la gobernabilidad.
– Posible captura de decisiones por minorÃas.
– Incentivos económicos para formar partidos sin real adhesión ciudadana.
El artÃculo sugiere que estas reformas, si bien buscaban mayor representatividad, han tenido efectos no deseados en la calidad de la polÃtica chilena. Se plantea la necesidad de revisar el sistema de financiamiento como parte de futuras reformas electorales.