El estudiante de Derecho, acusado de ejercer ilegalmente la profesión en tribunales de familia, fue sobreseído definitivamente por la Corte Suprema. A pesar de no contar con el título profesional, en el momento de los hechos, el joven se encontraba en su quinto año de la carrera, lo que le otorgaba la capacidad de postulación ante tribunales.
El estudiante de Derecho fue acusado de ejercer como abogado en tribunales de familia sin contar con el título correspondiente. Sin embargo, su condición de estudiante de quinto año de Derecho al momento de los hechos le otorgaba la capacidad legal para representar a otros en juicio, lo que fue relevante al momento de la decisión.
El recurso de queja presentado por el querellante, en contra de los ministros de la Corte de Santiago, se centró en la alegación de que la sentencia de alzada se dictó con una errada apreciación de los hechos. El quejoso argumentaba que los tribunales no consideraron los oficios del Tribunal de Familia, donde el acusado había ejercido la profesión.
La Corte Suprema desestimó el recurso de queja, argumentando que la falta de comparecencia del querellante a la vista de la causa impidió que se atacara el fondo de la sentencia en una instancia extraordinaria. La Corte consideró que la decisión de los jueces fue adecuada, ya que el querellante no pudo justificar su inasistencia ni ejercer otro derecho en el proceso.
Finalmente, la Corte Suprema rechazó el recurso de queja interpuesto por el querellante, quedando firme el sobreseimiento definitivo de la causa. El tribunal consideró que los hechos denunciados no constituían delito, por lo que la decisión de sobreseer al estudiante de Derecho fue la correcta.
Vea sentencia Corte Suprema Rol Nº11266-2024.