Por Andrés Chamorro Montenegro para Diario Constitucional (*)

Nicole Jorquera Briones tiene 39 años y nació en la comuna de Talcahuano. Se postuló como candidata a Convencional Constituyente porque cree que el fortalecimiento democrático debe ser “desde la colaboración de todas, todos y todes”. Es militante del Partido Ecologista Verde desde 2006 y “construir lo que queremos como país y sociedad” la motiva a promover una Constitución Ecológica y con Enfoque de Género. Actualmente, Nicole -quien estudió Traducción en la U. de Concepción- se desarrolla como traductora y profesora. En el Partido Ecologista Verde ha sido consejera regional y vicepresidenta del Tribunal Supremo. Actualmente está terminando sus estudios de Pedagogía Waldorf.

1. ¿Cuál es una de sus principales visiones con respecto al Proceso Constituyente?

Este proceso es una señal positiva porque es el comienzo real del cierre de la transición desde los noventa. Considero a la actual carta como antidemocrática, autoritaria y profundamente anti solidaria. Se reivindica el elemento participativo como el eje central de este proceso en que una porción importante de los habitantes debe re-aprender a ser ciudadana/os y empoderarse.

El desencadenamiento de este proceso se dio como resultado de la crisis social y política. Y surgió como alternativa para volver a legitimar las instituciones. Esto encausa la crisis y también legitima en parte al sistema político. Como ya mencionaba, representa una oportunidad para que el pueblo pueda ver con claridad su posibilidad de interesarse, reflexionar y abrirse al diálogo con sus pares frente al Estado patriarcal. Ahora vivimos una movilización social sostenida y espero se así se mantenga.

2. ¿Qué tan efectivo es que la redacción de una nueva Constitución sea “desde cero”?

No será del todo desde cero. Esta nueva Constitución deroga la anterior y no se va a tener de fondo el contenido de la Constitución actual. Además, no habrá obligación de seguir ni el orden ni los contenidos de la Constitución vigente. Si algún contenido que está en la Constitución actual no se regula en el proyecto de la Convención, no va a estar vigente la antigua en ese tema. Esa materia quedará fuera del proyecto y se regulará por ley.

La convención estará sujeta a restricciones para establecer los contenidos. Naturalmente se parte del principio de respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas. La convención tendrá que trabajar dentro de los límites de los tratados internacionales ratificados por Chile y vigentes.

Esto enciende las alertas con respecto al TPP considerado un tratado indeseable por la mayoría, puesto que afectaría nuestra soberanía, lo cual no era el caso del Tratado de Escazú que no fue firmado por Chile aun siendo nosotros el principal precursor junto a Costa Rica. Hasta ahora el Gobierno no ha dado una explicación clara sobre los motivos de la abstención.

3.Adicionalmente a las demandas históricas y que sin duda son centrales para la sociedad, como pensiones, salud, educación, vivienda (derechos sociales), ¿qué otros elementos y temas deberían ser considerados en la elaboración de una Constitución moderna?

Para avanzar en democracia y participación efectiva debe existir el referéndum revocatorio para que las autoridades en ejercicio puedan ser destituidas cuando han defraudado la confianza de quienes las eligieron.

El cambio profundo es que el Estado sea solidario, su subsidiaridad es un modelo fracasado para el bienestar de nuestro pueblo, ya no queremos que actúe como un órgano que promueve la libre competencia, donde el motor de la economía son los particulares, y que intervenga focalizadamente en aquellos sectores de la población incapaces de subsistir dentro del mercado. El estallido social y la consecuente movilización social que vivimos se debe justamente a este modelo neoliberal.

Para lo anterior hay que comenzar por limitar la supremacía de los derechos económicos y la libertad económica. Reconocer la función social y ecológica de la propiedad como un elemento intrínseco, especialmente en el caso de los elementos naturales y que permita la integración del concepto de funciones ecosistémicas.

Instaurar un presidencialismo atenuado para evitar que el ejecutivo maneje la agenda legislativa a través de urgencias; atenuar su poder de iniciativa exclusiva porque solo él/ella puede presentar proyectos que involucran gasto fiscal y los diversos mecanismos para subsanar proyectos de ley.

La despenalización del aborto es una deuda, el Estado debe garantizar para esto el acceso público a través del sistema de salud. Los derechos reproductivos son parte de las sociedades modernas. Las clínicas privadas y los médicos no pueden estar por sobre la garantía otorgada por la legislación, por lo que la objeción de conciencia que el mismo Tribunal Constitucional presentó, la considero impactante.

El primer artículo de la Constitución señala que “la familia es el núcleo fundamental de la sociedad”. Pues, ahora nos toca ampliar el concepto de familia.

4. ¿Cómo se puede asegurar que la ciudadanía se mantenga conectada con el proceso constituyente y de qué manera concibes el rol de la sociedad en este proceso?

En época de crisis el poder se distribuye y entiendo que el rol de la sociedad debe ser participativo y fiscalizador. Lo que durante el estallido fue un proceso natural y espontáneo con el florecimiento de los cabildos locales y ciudadanos, ahora debiera darse de modo formal y organizado.

El proceso constituyente debe tener un diálogo permanente con la sociedad civil a través de cuestionarios, conversatorios, cabildos presenciales u online, dependiendo de la situación sanitaria.

Esta participación de la ciudadanía será desde sus territorios y se logrará a través información oportuna y transparente, con acceso de material de las sesiones y con las discusiones públicas y en streaming. Además, los constituyentes deben estar sometidos a la Ley del Lobby y sus agendas públicas.

5. ¿Cuál es su opinión frente a la fórmula acordada para garantizar escaños reservados para los pueblos originarios?, ¿garantiza una representación real?

Este ha sido un primer gran paso, es un puntapié inicial, sin embargo, debemos seguir avanzando y más rápido que nunca en dar más señales en el reconocimiento de nuestros pueblos ancestrales. Reconocer que somos una nación plurinacional y pluricultural es tarea pendiente. Como lo es realizar actos reparatorios dada la deuda histórica del Estado por su participación en el genocidio y expulsión de los territorios de nuestros pueblos ancestrales. Nuestra propuesta es reconocerlos como sujetos de derechos colectivos y con autodeterminación; crear estatutos de autonomía y crear mecanismos justos de devolución de tierras.

6. La actual Constitución de la República no incluye conceptos como justicia ambiental o protección de la biodiversidad, pero sí sobre el derecho a la propiedad del agua. ¿Qué debe consagrarse principalmente en el texto para que efectivamente se configure una nueva Carta Fundamental con enfoque ecológico?

Nuestra grave crisis hídrica viene dada por factores antropogénicos como resultado de un mercado del agua escandaloso donde los derechos de aprovechamiento de los propietarios de agua tienen una jerarquía suprema permitida por el marco constitucional. Para remediar esta situación es necesario establecer que el agua es un bien común de uso público basada en la función social y ecológica del derecho de propiedad. Además, debiera reconocerse la existencia de ciertos bienes sobre los que no es posible establecer propiedad como el aire, humedales, glaciares, etc.

El principio de Justicia Ambiental es extremadamente necesario de consagrar si queremos darle fin las zonas de sacrificio, puesto que establece una distribución equitativa de los bienes y cargas medioambientales a lo largo de nuestro territorio. Debemos consagrar a la naturaleza como entidad titular de derechos en el ordenamiento jurídico a fin de protegerla, conservarla y restaurarla frente a la actividad humana y así legar a las generaciones futuras un medio ambiente sano.

Desarrollar el Principio de Democracia Ecológica para el cual debemos redistribuir y descentralizar los poderes para crear entidades a escala humana. Entiendo que una de las caras de la desigualdad está relacionada con el excesivo centralismo. Necesitamos que las regiones pasen de ser administradoras de políticas públicas a gobiernos con mayor autonomía.

El objetivo es desarrollar la Democracia Ambiental donde los desafíos ante los conflictos ambientales puedan ser discutidos y deliberados por la ciudadanía en sus propios territorios. Ejerciendo los Derechos de Acceso como el acceso a la información, participación y Justicia cuando sea necesario recurrir a ella.

Estamos en el momento exacto para construir una institucionalidad ambiental de Defensoría de la naturaleza que se traduzca en acciones concretas. Tanto el Estado como las personas, tenemos el deber de proteger la naturaleza.

Dentro de nuestra constitución debemos consagrar el principio de no regresividad ambiental para asegurarnos de que ningún gobierno de turno pueda retroceder en los avances continuos de protección al medio ambiente, como hemos observado que ha sucedido en nuestro continente.

7. ¿Cuál es su nivel de optimismo respecto del proceso y el rol de los constituyentes?, ¿será posible aunar criterios de los distintos sectores e incorporar, entre otros, los Derechos de la Naturaleza en la nueva Constitución?

Una Constitución Ecológica que ponga en su centro la protección del Medio Ambiente es esencial y urgente, no lo considero algo accesorio debido a la crisis climática y a la crisis ecológica nacional. Esta urgencia que señalo no viene dada de un anhelo o temor personal, sino que viene dado desde factores externos evidentes y graves.

El Estado debe tener un rol estratégico en la Acción Climática que considere una transición ecológica justa, métodos de mitigación y adaptación al cambio climático. Sobre todo, que incluya medidas de adaptación, lo que significa cambios estructurales territoriales ya que debido a nuestras características geográficas somos altamente vulnerables al cambio climático, de acuerdo a la clasificación de la ONU.

Por lo anterior, espero que las diversas posturas dentro de la convención logren llegar a acuerdos, pensando en el bienestar colectivo de nuestros habitantes, teniendo como horizonte la solidaridad intergeneracional, principio que debe quedar plasmado en nuestra Carta.

Además, apelo al entendimiento tanto de los constituyentes como de la sociedad misma de que los elementos de la naturaleza son finitos, y como tal, es necesaria la instauración de la perspectiva de los límites planetarios.

(*) Facultad Humanidades – Escuela de Periodismo / Universidad Mayor.