Reportaje

Imagen: Ciperchile
Normativas vigentes.

La pesca ilegal en Chile: desafío constante para la conservación de los ecosistemas y el uso sostenible de los recursos marinos.

La pesca ilegal no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) se aprovecha de la corrupción en las administraciones de los gobiernos y de las deficiencias de los países en desarrollo que carecen de la capacidad y recursos necesarios para aplicar iniciativas de seguimiento, control y vigilancia eficaces. Por otro lado, los recursos marinos de pescadores de buena fe son eliminados por la pesca ilegal, lo que puede conducir al colapso de la pesca local y artesanal; y, a su vez, los mismos pueden introducirse en mercados comerciales extranjeros derivando en en desabastecimento local de alimentos.

29 de julio de 2022

Por Alejandra Bonhomme  Pizarro, USS

Chile es un país largo y angosto, con una extensión de sus costas que supera los 6.400 km, y que tiene ventajas comparativas en diversos tipos de bienes. Uno de ellos es la pesca, actividad que realizada legalmente y de manera sostenible repercute de manera positiva en la economía del país, en la seguridad alimentaria y en los que se dedican legítimamente a ella. Sin embargo, y considerando la importancia que conlleva la conservación de los ecosistemas marinos, se ha intentado proteger a nuestros mares de la extracción ilícita no declarada ni reglamentada: un desafío constante para el nuestro país y el resto del mundo.

La pesca ilegal no declarada y no reglamentada: un concepto amplio

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) es un término amplio que engloba una variedad de actividades pesqueras. Existe en todos los tipos y dimensiones de la pesca, y tiene lugar tanto en alta mar como en zonas bajo jurisdicción nacional. En este sentido, la pesca INDNR afecta a todos los aspectos y etapas de la captura y uso del pescado y, a veces, puede estar asociada con delincuencia organizada y con un serio daño al medio ambiente marítimo.

La pesca ilegal INDNR se convierte en una de las mayores amenazas para los ecosistemas marinos debido a su gran capacidad para socavar los esfuerzos nacionales y regionales de conservación y ordenación sostenible de la biodiversidad marina. En este sentido, la pesca INDNR se aprovecha de la corrupción en las administraciones de los gobiernos y de las deficiencias de los países en desarrollo que carecen de la capacidad y recursos necesarios para aplicar iniciativas de seguimiento, control y vigilancia eficaces. Por otro lado, los recursos marinos de pescadores de buena fe son eliminados por la pesca ilegal, lo que puede conducir al colapso de la pesca local y artesanal; y, a su vez, los mismos pueden introducirse en mercados comerciales extranjeros derivando en en desabastecimento local de alimentos. ¿Consecuencia? La pesca ilegal agrava la pobreza e incrementa la inseguridad alimentaria, constituyendo un peligro para la salud pública.

¿Por qué se produce la pesca INDNR? Normativas vigentes

La práctica de la pesca INDNR tiene su origen en la búsqueda de recursos marinos por parte de flotas pesqueras del mundo y de nuestro país, empleando estrategias que transgreden las normativas nacionales y los acuerdos internacionales que regulan la actividad de extracción pesquera. En este sentido, se ha promovido por parte de Chile una serie de normativas dirigidas a regular la extracción ilícita de recursos marinos desde hace más de 30 años, como por ejemplo:

– El Decreto 267 que aprueba el plan de acción nacional para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

– El Decreto 105, que promulga en acuerdo sobre medidas del Estado Rector del Puerto destinadas a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, aprobado el 22 de noviembre de 2009 por la FAO.

– La Ley 21.437, que Fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley N° 18.892, de 1989 y sus modificaciones, la Ley General de Pesca y Acuicultura.

– La Ley 21.132, que moderniza y fortalece el ejercicio de la función pública del Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA)

Decreto 2, que promulga el acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) relativo al proyecto: Asistencia para el fortalecimiento de la capacidad nacional de la República de Chile para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, promulgado el año 2021 y publicado en abril de este año.

Por su parte, Chile ha suscrito una serie de acuerdos internacionales con el fin de erradicar y regular la pesca ilegal, como a su vez ha implementado medidas suscritas por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y el Servicio Nacional de Pesca.

Fiscalización e incautaciones

¿Quién se encarga de fiscalizar la extracción ilícita de recursos marinos? En Chile, la Ley General de Pesca y Acuicultura, en su art. 122, le entrega la fiscalización del cumplimiento de las normativas vigentes a Carabineros, Sernapesca y la Armada de Chile, según corresponda de acuerdo a la jurisdicción de cada institución. Respecto a la pesca ilegal en alta mar, la Armada de Chile es el único organismo que tiene los medios físicos para llevar a cabo procedimientos de fiscalización[1]. En este sentido, la Armada de Chile cumple un rol fundamental en estos procedimientos que le ha sido encomendado por la Ley General de Pesca y Acuicultura, y que junto con la Directemar (Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante), que administra el sistema de posicionamiento satelital para naves pesqueras y acuícolas, realiza la función de monitoreo y vigilancia las 24 horas del día, con personal naval calificado que vela por el cumplimiento de la normativa pesquera[2].

La Armada de Chile, con los recursos humanos y materiales que dispone, trabaja para dar cumplimiento a la tarea de fiscalización, a través de patrullajes tanto por vía terrestre como marítima de forma permamente a lo largo de todo el país. A tal efecto, la institución no solo debe fiscalizar la Zona Económica Exclusiva, sino que también las aguas adyacentes o Altamar, que importa significantes áreas que son parte de Organizaciones Regionales de Pesca que se conforman por distintos Estados, regulando y dando trazabilidad a los recursos marinos explotados. Es aquí donde la Armada de Chile tiene que fiscalizar las flotas pesqueras extranjeras que se encuentran realizando actividades extractivas de recursos marinos, donde éstas tienen que limitarse a lo establecido en los acuerdos internacionales.

En lo que respecta a las incautaciones de pesca ilegal en Chile, el año 2020 la incautación de productos del mar extraídos de manera ilegal alcanzó las 228 toneladas. Por su parte, en el año 2021 esta cifra aumentó a 456 toneladas, y en lo que va del 2022 la Armada y Sernpesca han incautado toneladas de recursos hidrobiológicos alrededor de todo el país. En marzo, durante patrullajes de fiscalización pesquera en el Puerto Chacabuco, se detectó en distintos puntos de la región de Aysén a dos embarcaciones provenientes de Calbuco, ejerciendo actividad extractiva de recursos marinos de forma ilegal. En abril, la Armada y Sernapesca incautaron casi 3 toneladas de recursos marinos en Ancud. En julio, más de 3 toneladas de jurel fresco fueron incautadas por Sernapesca en la Región del Maule. Por su parte, la merluza es una de las especies que se ha visto más afectada por la pesca ilegal los últimos años, encontrándose sobreexplotada según el último informe (2021) de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Esto implica que la pesca de merluza no es sustentable en el largo plazo y tiene riesgo de agotarse.

Consecuencias de la pesca ilegal en la conservación de los ecosistemas marinos chilenos

La pesca ilegal agota las poblaciones de peces, destruye los habitats marinos, distorsiona la competencia, perjudica injustamente a los pescadores legales y artesanales y fragiliza a las comunidades costeras, especialmente en los paises de desarrollo como Chile. La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada acarrea diversas consecuencias: es una de las mayores amenazas para nuestros océanos, afecta a la sostenibilidad de nuestros recursos marinos, a los medios de vida de los pescadores, a las comunidades costeras y a la protección de los ecosistemas acuáticos. Asimismo, tiene repercusión directa en los consumidores: comprar productos pesqueros que proceden de la pesca ilegal (inclusive sin conocimiento de ello) implica apoyar prácticas insostenibles para el medio ambiente marítimo y, muchas veces, apoyar la delincuencia organizada que se encuentra detrás de esta práctica.

La FAO nos da razones por las que nos debería preocupar la pesca ilegal no declarada y no reglamentada: En primer lugar, la pesca ilegal afecta a la sostenibilidad de los recursos acuáticos y amenaza los ecosistemas vulnerables, como consejo, la FAO propone la búsqueda de alternativas sostenibles al comprar y que conozcamos las especies sobreexplotadas. En segundo lugar, la pesca ilegal cuesta cada año miles de millones de dólares a la economía mundial, como consejo, propone que comprobemos el origen del pescado y apoyemos a los pescadores que se rigen por las normativas vigentes en contra de la pesca INDNR. En tercer lugar, la pesca ilegal está relacionada con los residuos marinos de plástico y la muerte indiscriminada de especies, y como consejo, propone fomentar el reciclaje y la limpieza de las playas, incluso respecto de los mismos pescadores. Por último, la pesca ilegal afecta a las sociedades más pobres. En este sentido, la FAO propone elegir pescado fresco, de temporada (no en veda) y que se encuentre disponible en la localidad con la finalidad de apoyar a las comunidades costeras y a la pesca artesanal.

En Chile, las consecuencias de la actividad extractiva ilícita son claras: sobreexplotación y agotamiento de los recursos marinos, afectación grave de los ecosistemas y el medio ambiente acuático, cambios en las poblaciones de peces, entre otras.

Desafíos actuales

En una nota publicada en septiembre del 2021 por Subpesca sobre la inauguración de un taller sobre mecanismos para combatir la pesca ilegal, la representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, expresó que “Chile se ha destacado por ser un país que está siempre a la vanguardia y promoviendo mejoras continuas para procurar la sostenibilidad de los ecosistemas marinos y de sus pesquerías. Sin embargo, debido a la naturaleza de la pesca INDNR, el reto es continuo y se debe seguir trabajando día a día en forma conjunta y coordinada para cerrar las brechas que permiten que la pesca INDNR siga siendo una amenaza«.

Por otro lado, a inicios del mes de julio de este año, Subpesca y la FAO realizaron el cierre de un taller dirigido a funcionarios de Subpesca, Sernapesca y del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), sobre el cálculo de indicadores relacionados a la pesca ilegal no declarada y no reglamentada de la merluza común[3], donde el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, precisó que el trabajo que se está realizando para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal está siendo abordado con optimismo, requiriendo de acciones urgentes y trabajo colaborativo con organismos como la FAO y la institucionalidad pesquera chilena. Durante el mismo mes, Subpesca participó en la Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas, poniendo énfasis en la protección y el desarrollo sostenible de los recursos marinos, donde los países participantes abordaron temas como la acidificación, la contaminación marítima, la pesca INDNR y la pérdida de ecosistemas marinos.

En junio de 2022, Sernapesca extendió la fiscalización de operaciones de pesca mediante el fortalecimiento del sistema de monitoreo electrónico.

Conclusiones

La pesca ilegal no declarada y no reglamentada, constituye una amenaza para la conservación de los ecosistemas, para el uso sostenible de los recursos marinos, la seguridad alimentaria y la economía nacional. Así lo ha establecido la FAO y los distintos países que luchan día a día por erradicarla, incluido Chile. Combatir la pesca INDNR se convierte en un desafío a escala mundial que tiene como objetivo la protección de los recursos pesqueros y el evitar la destrucción del medio ambiente marítimo. Además, la actividad extractiva ilegal hace que la pesca legal, artesanal, sostenible, que aporta a la economía del país y que promueve preservar las poblaciones de peces, sea puesta en peligro, provocando un impacto social directo en aquellas personas que viven de ella y trabajan conforme a la ley.

Chile combate la pesca ilegal a través de la Armada de Chile y sus funciones de monitoreo, vigilancia y fiscalización. Por lo tanto, podemos decir que esta institución es quien resguarda los recursos marinos y quien contribuye de manera principal, a través del registro de fiscalización, a combatir la pesca INDNR. Ahora bien, se hace un llamado a no olvidar que nuestros mares son la mayor fuente de oxígeno que poseemos y que, no obstante la pesca ilegal pasa a ser un problema trasnacional, se cree que con el accionar del consumidor y la conciencia de adquirir productos obtenidos de una pesca legal y sostenible, más una serie de normativas que velen por la protección de nuestros océanos y de nuestros ecosistemas marinos, se puede lograr un avance significativo y estar a un paso menos de terminar con esta actividad ilícita lucrativa.

 

[1] Plan de Acción Nacional Chile, para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal no declarada y no reglamentada (2004).

[2] Fuente: Armada de Chile, Directemar.

[3] https://www.subpesca.cl/portal/617/w3-article-115053.html

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  1. Estimado Director
    Diario Constitucional
    En mi calidad de Asesor Pesquero, durante 14 años, me permito hacer algunos alcances a la publicación sobre la pesca ilegal (INDNR) en Chile, ya que me remitieron está publicación para dar mi opinión al respecto.
    Lo primero importante,ves que la «pesca de buena fe» no existe o es un concepto mal usado en este artículo, ya que en toda actividad la buena fe se presume y la mala fe hay que probarla. La pesca en Chile es legal, esto es que va quienes participan estén debidamente inscritos en el Registro Pesquero Artesanal (RPA) Registro llevado por el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) de manera celosa y estricta, ya sean Artesanales o Industriales.
    En dicho registro se hallan todas las naves con sus respectivas especies autorizadas por cada nave. Las más reguladas son las de la pesca artesanal.
    La diferencia entre artesanal e industrial radica en la eslora de la nave y su capacidad de bodega. Un armador artesanal (dueño de la ave) sólo puede tener dos naves, sin embargo el industrial todas las naves que su capacidad económica le permita, incluyendo sus naves de arrastre.
    Las naves artesanales, no pueden extraer más de 50 de toneladas de pesca en promedio. Las industriales sin embargo 500 a mil toneladas por faena sino más.
    Una pesca ilegal de 500 toneladas al año, es un pequeñísimo remanente de lo que se pesca de manera legal, que son miles de toneladas de acuerdo a la estadística pesquera llevada por el departamento de Sistema y Estadisticas Pesqueras (SIEP) del servicio nacional de pesca. Ergo,besa cantidad de toneladas que indica el artículo no puede ser una conclusión acertada de tener un problema serio, o que haya organizaciones detrás de ellas.
    Lo que sí reviste un problema ecológico, es el no haber podido aprobar por la falta de votos en el parlamento, eliminar la pesca de arrastre en Chile, que sí es un problema ecológico inmenso. Fue la bancada de la derecha quienes se pusieron a eliminar la pesca de arrastre por los inmensos intereses económicos,sobre todo de la pesquera BLUMAR, la más grande hoy en Chile.
    La pesca de arrastre, cómo bien dice su nombre, arrastra con todo desde el dónde del mar hasta lo alto que sea la red. Esa red ingresa a la nave llevando dentro ballenas, tiburones, tortugas, y un largo etc… que nadie supervisa, controla, o simplemente usando el término acuñado por quién escribió el artículo, de mala fe hacen la vista gorda de un problema de verdad grave.
    Estos sendos buques, envasan su producto en la misma nave, desechando al mar residuos contaminantes. Y las especies ilegales, las mueles y se las venden como surimi en los supermercados.
    Los Artesanales sin embargo, deben desembarcar frente a un funcionario de SERNAPESCA pagar un posicionador satelital, y llevar la trazabilidad del producto para cumplir con las exigencias de los mercados internacionales, de lo que lucra la Pesquera Industrial que congela, envasa y exporta el mayor porcentaje de la pesca nacional.
    Es más, hace un mes, fueron los pescadores artesanales quienes pudiendo hacerlo, no zarparon a la pesca de la sardina pues está especie estaba deshojando, pidiendo al Subsecretario de Pesca, detuviera la pesca industrial de sardina ñ, ya que pescar sardina en proceso de deshove supone exterminar la especie, que es la materia prima del harina de pescado que requiere la ganadería entre otros. No fueron escuchados.
    Tres toneladas de producto es lo que pesca un bote pequeño de motor fuera de borda en un día. Por lo tanto, si consideramos esa cantidad un problema de pesca ilegal, no hemos comprendido la envergadura de la actividad en Chile.
    Las multas cursadas por pesca (no necesariamente ilegal) pueden llegar a ser para un Armador artesanal, la perdida de todo su patrimonio, siendo la más alta en mi experiencia de $320.000.000 de pesos.
    Si nos preocupa la ecología, el daño medio ambiental, hay que mirar la pesca de arrastre y de la pesca industrial. Hoy en día, a diferencia de veinte años atrás, el pescador artesanal inscrito en el RPA, es quién mejor cumple con las normas, además de estar muy controlado.
    Podría indicar muchas más cuestiones pero sería casi un libro
    Sólo quiero plantear estos alcances, puesto que como está abordado el artículo, en las toneladas indicadas en él, sin hacer ninguna crítica a la pesca de arrastre, es no haber hecho una investigación seria (con datos que se encuentran fácilmente en la página de SERNAPESCA) para poder decir que tenemos un problema de pesca ilegal, que a razón de los números de ser esos, es lo que una flota completa pesca en un día de faena. Además no indica la Ley de Descarte que regula el tratamiento de las especies que no objetivos de la pesca, como tampoco que ocurre con la pesca incidental o de fauna acompañante
    Faltó mucho que decir al respecto.
    Atentamente
    Elena Victoria Pujol Federici