Reportaje

Medidas económicas.

Reportaje: Covid-19, ¿Está en riesgo la integración de la UE?

Existen evidentes diferencias entre los países del sur y norte de Europa respecto a cómo enfrentar la crisis actual y futura originada por la pandemia.

22 de abril de 2020

Por Carlos Ignacio Uauy Quirós*           

La integridad y unidad de la Unión Europea (en adelante “UE”) se ha visto en entredicho producto de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Lo cierto es que históricamente, la UE ha tenido que afrontar diferentes desafíos que han puesto a prueba la capacidad de solidaridad, coordinación y entereza de la agrupación de estos países. Sin entrar en detalles, vienen rápidamente a la mente la crisis económica de los países del mediterráneo en el año 2010, el Brexit y la constante crisis humanitaria desencadenada por la oleada de personas en condición de refugiadas.
En ese contexto, conviene desatacar que, sin perjuicio de las diferencias entre los países que componen la UE y lo complicado de las crisis mencionadas en el párrafo precedente, pareciera ser que dichas naciones han sabido salir adelante sin que exista un real peligro respecto a la integridad de la UE. Sin embargo, el marco actual provocado por la pandemia sugiere diferencias mayores que quizás puedan afectar gravemente a la UE, incluso, como expertos han sostenido, poniéndola en riesgo como alianza. Consecuencialmente, surge la duda respecto a qué tan real es esa amenaza.

 

Declaraciones cruzadas.

Según lo hasta ahora descrito, es dable inferir que las diferencias entre los países que componen la UE radican, principalmente, en encontrar una solución económica integrada que venga a mitigar los efectos de la crisis. Se debe tener en cuenta que los países más afectados han sido los del sur de Europa, representados por  Italia, España y Francia.
Al respecto, existen una serie de fórmulas para afrontar la crisis económica actual y venidera, lo que a todas luces parece razonable. Sin embargo, las legítimas diferencias han devenido en declaraciones que, en principio, no parecieran ser propias de jefes de Estados que componen una coalición con principios y valores tales como la solidaridad y cooperación.
En este sentido, encontramos declaraciones como las del Ministro de Finanzas de los Países Bajos, quien ha expresado que la Comisión Europea debería investigar a los países que, como España o Italia, dicen no tener margen presupuestario para lidiar con los efectos de la crisis causada por el coronavirus pese a que la Eurozona lleva creciendo de forma consecutiva siete años[1].
Luego y, como respuesta a lo manifestado por el funcionario del gobierno holandés, el Primer Ministro portugués replicó señalando que ese discurso es repulsivo y que no fue España quien inventó o importó el virus.
Por otro lado, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, detalló que él y la canciller alemana, Angela Merkel, tuvieron “no solo un desacuerdo sino una confrontación dura y franca” durante una videoconferencia.  Agregó que “Si Europa no se enfrenta a este desafío sin precedentes, toda la estructura europea pierde su razón de ser para el pueblo”.

 

Postura de los países del sur europeo.

Los países del sur de Europa, representados principalmente por Francia, Italia y España, son de la idea de que la crisis debe ser combatida con “coronabonos”. Estos bonos, significarían que los países de la UE puedan solicitarlos en el mercado, generando una deuda para ellos pero con la garantía de todos los Estados que componen la UE. Dicho de otra manera, estos coronabonos son la emisión de una deuda conjunta o colectiva, lo cual trae como beneficio la obtención de fondos sin el aumento de las deudas nacionales.
Dentro de esos créditos mutualizados con garantía de los Estados miembros, existen diversas propuestas de los países del sur. Francia, por ejemplo, propone crear un fondo transitorio que esté fuera del marco presupuestario de la UE, que se reembolsaría con posterioridad mediante pagos de países o con impuestos.
Otro punto que se discute, tiene que ver con la condicionalidad de estos créditos. Al respecto, España rechaza la aplicación de condiciones específicas caso a caso para quienes soliciten estos bonos. En este aspecto, en lo que sí parece haber acuerdo, es en que, obviamente, se condicione la entrega de estos bonos en el uso de estos fondos para dar respuestas al COVID-19 y a cumplir las normas de disciplina fiscal comunitaria.

 

Postura de los países de Europa del Norte.

En contraposición, los europeos del norte, liderados principalmente por Alemania, Austria, Finlandia los Países Bajos, se oponen a la idea de un coronabono, pues rechazan categóricamente que el conjunto de la UE asuma el riesgo de impago de la deuda de cualquiera de sus miembros, por lo que sugieren otras formas de financiamiento. En el fondo, la preocupación de estos países radica en que aquellos Estados que tienen políticas más austeras o responsables, terminen financiando a los que incurran en un mayor déficit fiscal.
Por consiguiente, estos países han propuesto afrontar la crisis mediante el “Mecanismo Europeo de Estabilidad” (en adelante “MEDE”), una especie de póliza de seguro conjunta, que cuenta con miles de millones de euros disponibles para ayudar a los países en crisis[2].
En este sentido, estos países estiman que el acceso a los créditos pertenecientes al MEDE, deben ser suaves, con el propósito de que la mayoría de los países afectados puedan contar con dichos fondos. De hecho, pareciera ser que no se exigirán a los beneficiarios la adopción de medidas de austeridad interna o la exigencia de aplicar reformas estructurales.

 

Vías de Salida

En consecuencia, pareciera ser que, a pesar de que las posturas están aún muy enfrentadas, resulta necesario llegar a un acuerdo pronto, toda vez que, a diferencia de crisis pretéritas, la naturaleza de la pandemia pone a todos los países en riesgo de una crisis significativa.
De hecho, es el Presidente francés, Emmanuel Macron, que ha sostenido que “Si no mostramos solidaridad, Italia, España u otros podrían decir a sus socios europeos: ¿Dónde han estado cuando estábamos en la línea del frente? No quiero esta Europa egoísta y dividida”.
En definitiva, atendida la amenaza que representa el COVID-19, pareciera ser que es, a lo menos desaconsejable, dejar caer a países como Italia o España, pues no es irrisorio pensar en que las consecuencias se puedan propagar al norte de Europa, por lo que, una vez más, da la impresión de que el multilateralismo surge como la alternativa más idónea.

 

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* Investigador del Centro de Estudios Constitucionales y Administrativos de la Universidad Mayor.

 

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[1] Extraído de https://www.elperiodico.com/es/internacional/20200327/enfado-mayusculo-de-portugal-con-holanda-por-su-discurso-ante-la-pandemia-7907313.

[2] Extraído de https://www.eleconomista.es/economia/noticias/10440267/03/20/El-plan-de-salvacion-de-Europa-contra-el-coronavirus-Que-es-como-funciona-el-MEDE-y-que-pintan-los-coronabonos.html           

 

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