En una columna publicada recientemente, el periodista español Carlos Berbell sostiene que “barbie, retrógrada, machista, cabeza hueca”, son algunos de los insultos que la abogada Rosa Manrubia ha recibido en Twitter y Facebook a raíz de la publicación de un artículo titulado “Cómo debe vestir una abogada. Cuestión de actitud”, que se publicó en la web del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).
A  juicio del periodista, después de leerlo se puede deducir que la mayor parte de esas críticas tienen una motivación distinta a la del contenido del artículo, ya que el texto está bien escrito, perfectamente estructurado y contiene consejos que a muchas abogadas les van a resultar muy útiles, indica.
Ello, argumenta Berbell, porque Manrubia no es una mujer revolucionaria, al contrario, señala, moderada, que escribe un artículo de opinión, a través del cual no se entiende “la reacción furibunda provocada en alguno de los lectores”.
De acuerdo a Manrubia ningún compañero le fundamentó jurídicamente por qué su artículo era erróneo o estaban en contra.
La abogada consultó el Estatuto General de la Abogacía y el “Vademecum para abogados nóveles” para escribir el artículo. Desde ahí, agrega Berbell, definió 4 ocasiones, para vestir de una forma u otra, “fiel al principio de que a la guerra hay que ir de camuflaje”. Estos son actuación en sala, reunión en empresa, en el despacho o gestiones de trámite y congresos y/o jornadas informativas.
En el texto aconseja a las abogadas que no asistan a sala o congresos con aspecto poco cuidado.
Asimismo "desterrar" de su armario de trabajo aquellas prendas de vestir o complementos adecuados para otros entornos o momentos de ocio. "Nada de ropa brillante o con transparencias que insinúen la ropa interior, minifaldas o faldas excesivamente ceñidas, tops que dejen el ombligo al aire, zapatillas de deporte o vaqueros. Estamos siempre en un contexto de abogados, y debemos procurar nunca perder de vista esa condición”, dice.
A continuación describe las prendas básicas de un armario de trabajo; vestido negro u oscuro, vestido nude, blanco o neutro, falda negra, dos blusas blancas o nude, traje pantalón. Y cómo se debe combinar, desde su punto de vista.
Que puede ser compartido o no, pero es su opinión, aclara Berbell.
La abogada termina hablando de la necesidad de tener un aspecto aseado, un perfume suave, un maquillaje discreto.
Además aconseja en su artículo que “debemos procurar que las prendas de vestir sean de buena calidad y que estén limpias. Nada más bochornoso que no comprobar el estado de unos zapatos y llevarlos sucios”.
Luego de escribir el artículo, Manrubia, afectada por las duras críticas de algunos de sus compañeros, se planteó abandonar las redes sociales.
Sin embargo, lo que provocó es una ola de apoyo, por parte de otros compañeros de profesión, que han difundido el artículo y lo han compartido. El periodista se pregunta, sin tener la respuesta, si ha tenido que ver el aluvión de críticas a su artículo con el hecho de que Manrubia fue candidata a la Presidencia del Confederación Española de Abogados Jóvenes, donde no ganó.
El comunicador concluye que de lo que está seguro es que las críticas tenían un contenido personal, "sólo así se puede explicar la virulencia de los insultos, que no tienen ninguna base ni justificación. Y más viniendo de personas cuya herramienta de trabajo es la ley”, agrega.

Vea artículo “Cómo debe vestir una abogada. Cuestión de actitud.”

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