En una columna publicada recientemente, Allan R. Brewer-Carías, profesor de la Universidad Central de Venezuela, ha vuelto a tratar la situación institucional por la que atraviesa actualmente este país.
En el texto, el autor sostiene que la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, inconstitucionalmente electa el 30 de julio de 2017, con fecha 8 de agosto de 2017, sin competencia alguna para ello, aprobó unas “Normas para garantizar el pleno funcionamiento institucional de la Asamblea Nacional Constituyente en armonía con los Poderes Públicos constituidos mediante las cuales pretendió someter a sus designios a todos los Poderes Constituidos, y se colocó por encima de la Constitución de 1999, la cual violada impunemente, quedó convertida en papel de desecho. Sólo la Asamblea Nacional se resistió a comparecer al “circo” del “reconocimiento” y sumisión a la supuesta superioridad de una Asamblea, que es falsa.
En todo caso, se agrega en el documento, con las normas dictadas, la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, como observó el profesor José Ignacio Hernández, procedió a “formalizar en Venezuela un régimen político dictatorial” basándose sus promotores e integrantes en una gran mentira, que fue decir una y otra vez que la misma se podía imponer sobre los Poderes Constituidos del Estado porque supuestamente se habría suplantado en el pueblo para ejercer el poder constituyente originario, que era “soberana,” que era “plenipotenciaria” y que era “magna,” todo lo cual es falso, y lo peor, que nadie se lo cree.
Y es que, agrega enseguida el texto, como acertadamente lo observo Alberto Barrera Tyszka, al referirse a los sucesores de Hugo Chávez Frías, de quien fue biógrafo “Chávez sabía mentir. Y, generalmente, lo hacía bien. Sus herederos conocen el método, tratan de seguirlo, pero son mucho más torpes, más evidentes. Les sale fácil lo fácil: la sorna, la burla, la ironía, el descaro. Pero son incapaces de convocar una esperanza, de comunicar con un mínimo de emoción algo que aunque sea parezca una verdad. Son demasiado obvios. En muy pocos días, sin ayuda de nadie, ellos solitos le han confirmado al país y al mundo que todo lo que prometieron con respecto a la Constituyente era una fantasía infantil, que lo único que realmente les interesa es terminar de apagar la democracia, que la Constituyente sólo sirve para tratar de legitimar la dictadura en Venezuela”.
Esta es mi Crónica Constitucional de ese proceso de desenmascaramiento de la falsedad… SIGA LEYENDO EL TEXTO COMPLETO.
RELACIONADOS
* Crisis en Venezuela: Acerca de la revisión de sentencias por el Tribunal Supremo…