El Tribunal Supremo Británico anuló la decisión del Tribunal de Apelación y restableció la “Declaración de Política Nacional de Aeropuertos” (ANPS por sus siglas en inglés), documento que prevé la expansión del Aeropuerto Heathrow mediante la construcción de una tercera pista.
El proyecto, de proporciones monumentales tanto por las obras como por el costo, USD 19 mil millones, permitiría mitigar los problemas de tráfico aéreo evitando que el aeropuerto continúe perdiendo su posición como uno de los hubs internacionales más importantes del mundo. El aeropuerto posee actualmente dos pistas paralelas de 3.902 y 3.660 metros a las que se sumará una más y tendrá 3.500 metros de longitud.
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El conflicto ambiental inició tras la presentación de un recurso de amparo por parte de grupos ambientalistas y otros concursantes de la licitación para la obra. En esta instancia, se determinó que el gobierno británico no había considerado los compromisos internacionales contra el cambio climática al desarrollar el proyecto. La decisión fue apelada por le empresa operador de Heathrow.
La decisión de la Corte Suprema se basó en la medida que el Secretario de Estado había considerado el Acuerdo de Paría en su decisión de habilitar la ANPS. En particular, determinó que el Acuerdo de París se había tenido debidamente en cuenta en el proceso de creación y redacción de la Declaración, a través de los objetivos establecidos en la Ley de Cambio Climático de 2008, y que era irracional afirmar que el Secretario de Estado debió considerar el Acuerdo de París más allá de lo ya referido. Además, enfatizó que los desarrollos futuros en leyes y políticas públicas deben ser considerados en el proceso de Evaluación Ambiental para obtener el permiso de desarrollo (Development Consent Order, DCO) de infraestructura.
Vea texto íntegro del sumario de la sentencia, Friends of the Earth Ltd and others v Heathrow Airport Ltd (en inglés).