Un Tribunal de Argentina resolvió que el despido de una trabajadora por estar embarazada constituye violencia de género y discriminación ilícita contra la mujer producido en la esfera del empleo.
El fallo señala que Argentina ratificó y aprobó la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la cual fija expresamente la prohibición del despido por motivo de embarazo. Dicha norma goza de rango constitucional y obliga tanto al Estado como a los particulares.
Añade que, la Convención de Belem do Pará para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia en contra de la mujer ordena a los Estados parte establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios de compensación justos y eficaces.
Noticia Relacionada
Enseguida, el fallo tiene presente que la trabajadora aportó suficientes indicios en el proceso para acreditar que la causa real de su despido fue su embarazo, pues el recurrido, indagó en su estado de salud previo a concretar el despido y no aportó antecedentes para desvirtuar los dichos de la denunciante.
Por ello, el Tribunal estimó procedente una indemnización por daño moral en favor de la trabajadora, pues padeció inquietud espiritual y afecciones legitimas derivadas de la discriminación de la que fue objeto por ser mujer y embarazarse. En ese sentido, explica que el dinero es un medio de obtener satisfacción, goces y distracciones para restablecer el equilibrio en los bienes extrapatrimoniales, reemplazando el patrimonio moral que ha desaparecido producto del daño ocasionado.
En definitiva, resolvió que el despido de la trabajadora fue discriminatorio y constituyó violencia de género, pues la normativa prohíbe a los empleadores despedir a sus trabajadoras porque se embaracen.