El gobierno de Joe Biden ha acusado a Rusia de incumplir los términos del tratado Nuevo START (Strategic Arms Reduction Treaty) por impedir que los inspectores estadounidenses verifiquen su cumplimiento en territorio ruso. El acuerdo prescribe el control recíproco a través de inspecciones periódicas, como una de sus obligaciones.
Noticia Relacionada
«La negativa de Rusia a facilitar las actividades de inspección impide a Estados Unidos ejercer sus derechos en virtud del tratado y amenaza la viabilidad del control de armas nucleares ruso-estadounidense», declaró un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Por su parte, Rusia ha reprochado a Estados Unidos su apoyo a Ucrania que ha materializado mediante el envío de una ingente cantidad de dinero y recursos militares. Por este motivo el Kremlin suspendió en agosto pasado la cooperación en el marco del tratado.
«El control de armamentos no puede aislarse de las realidades geopolíticas por lo que Rusia considera inapropiado invitar a los militares estadounidenses a sus instalaciones estratégicas en el contexto actual”, señaló Anatoly Antonov, embajador de Rusia en Estados Unidos.
El Nuevo START, también conocido como START III, entró en vigor en 2011 tras ser ratificado por los mandatarios de aquel entonces: Barack Obama y Dmitri Medvédev. Es la continuación del tratado del mismo nombre cuya primera versión data de julio de 1991, poco antes de la caída de la Unión Soviética. Su objetivo es controlar la cantidad de cabezas nucleares a disposición de Estados Unidos y Rusia, imponiendo a las partes la obligación de limitar su número a solo 1.550 ojivas disponibles.