A los 103 años de edad falleció Benjamin Ferencz, fiscal que tuvo una destacada participación en los juicios de Núremberg, cuyo trabajo posibilitó que 22 miembros de los llamados “escuadrones de la muerte” (Einsatzgruppen) fueran condenados. Según la familia, su deceso habría ocurrido en un centro de acogida en Florida, Estados Unidos.
Ferencz nació en 1920 en Transilvania, Rumanía, aunque poco después su familia se radicaría en Estados Unidos. Tras concluir sus estudios de derecho en la Universidad de Harvard, se alistó en el ejército estadounidense en plena Segunda Guerra Mundial para después ser destinado a la sección de crímenes de guerra.
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En 1947, y con solo 27 años de edad, ejerció como fiscal en los célebres juicios de Núremberg, en los que se juzgó a los jerarcas nazis que tuvieron participación en crímenes contra la humanidad, incluido el Holocausto en el cual murieron millones de prisioneros judíos. Su labor persecutora permitió que 22 miembros de las SS, dedicados a ejecutar sumariamente a civiles, fueran condenados. A trece de ellos se les impuso la pena de muerte.
Durante su vida tuvo una destacada carrera como profesor de derecho y fue un activo impulsor de la creación de un tribunal internacional que juzgara los crímenes de los líderes estatales que cometieran crímenes de guerra, e incluso escribió varios libros al respecto. Sus deseos se concretarían en 2002, año en que entró en vigor el Estatuto de Roma.
“Hoy el mundo ha perdido a un líder en la búsqueda de justicia para las víctimas del genocidio y crímenes relacionados. Lloramos la muerte de Ben Ferencz, el último fiscal de crímenes de guerra de Núremberg. A los 27 años, sin experiencia previa en juicios, logró veredictos de culpabilidad contra 22 nazis”, escribió el Museo del Holocausto de Estados Unidos en su cuenta de Twitter.