El presidente de la Corte Penal Internacional (CPI), Piotr Hofmański, presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas el informe anual de la Corte. Destacó que ha pasado de ser un tribunal que en sus inicios se ocupaba de sólo unas pocas investigaciones y una actividad judicial muy limitada, a una institución sumamente ocupada y activa en cuatro continentes, con procedimientos paralelos en varias salas, “semana tras semana, mes tras mes”.
En su discurso agradeció a la ONU el papel que ha jugado en la implementación de la CPI tras cumplirse 25 años de la aprobación del Estatuto de Roma, tratado fundacional que dio vida a la Corte, al considerar que fue un punto de inflexión en la historia del derecho internacional que añadió un “nuevo pilar a su arquitectura permanente”.
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Destacó además que el Fondo Fiduciario para las Víctimas ha realizado reparaciones en beneficio de más de 17.000 personas, en línea con el lanzamiento de los planes estratégicos 2023-2025 a través de los cuales se buscan aunar los lineamientos de la Corte, la Fiscalía, la Secretaría y el Fondo Fiduciario en observancia del “principio de una corte”. Para lograrlo, se han seguido las recomendaciones de diversos expertos internacionales.
Finalmente, recalcó que el último año ha sido especialmente desafiante para la Corte a causa de los ataques a su personal y a los conflictos internacionales que han recrudecido en el último tiempo. Del mismo modo aseguró que la CPI trabajará con mayor ímpetu a pesar de estas amenazas, para cumplir los fines y mandatos que le han sido conferidos.
“Recientemente, la Corte ha sido objeto de amenazas y ataques profundamente inaceptables a su independencia judicial. Quiero dejar claro que estos desafíos no nos impedirán llevar a cabo nuestro mandato, de manera independiente e imparcial. La amenaza de conflictos armados y crímenes atroces no está disminuyendo en el mundo. De hecho, este es un momento doloroso para nuestra humanidad”, señaló Hofmański en su discurso.