En una notable convergencia entre la tecnología y la legislación, el Ayuntamiento de Porto Alegre (Brasil) aprobó por unanimidad un proyecto de ley que exime a los residentes del pago por la sustitución de medidores de agua robados. La particularidad del caso es que fue redactada en su totalidad por ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial (IA) desarrollada por la empresa OpenAI. Además, durante la votación los concejales no tuvieron conocimiento sobre este hecho.
El asunto se gestó cuando un concejal encomendó a ChatGPT la tarea de crear una legislación municipal específica para Porto Alegre. El objeto de la ley era claro: prohibir que la Dirección Municipal de Acueductos y Alcantarillados (DMAE) cobrara a los propietarios por la reposición de medidores de agua robados. El texto generado por la inteligencia artificial constaba de ocho artículos y una justificación.
El texto resultante, sin experimentar modificaciones, fue sometido a procesos formales de revisión, corrección ortográfica y adaptación al lenguaje legislativo por parte de la Sección de Redacción Legislativa del Ayuntamiento. De los ocho artículos originales, se consolidaron dos, uno de ellos con varios apartados, en la versión final del borrador.
El proyecto de ley fue remitido a comisiones, donde recibió aprobación, y posteriormente pasó a votación en el pleno del Ayuntamiento, donde fue respaldado de manera unánime. La sanción final fue otorgada por las autoridades de Porto Alegre.
Los artículos resultantes de la colaboración entre el concejal y la inteligencia artificial abordan la prohibición de cobrar a los propietarios por la sustitución de medidores de agua robados, establecen la responsabilidad y el pago por parte del DMAE, fijan un plazo de 30 días para realizar el cambio y contemplan la exención del pago de la factura del agua hasta que se complete la reposición del medidor. Cabe destacar que uno de los artículos, relacionado con la exención del pago de la factura hasta la reposición del medidor, fue una sugerencia generada por ChatGPT.
«Lo considero extraño. Es la primera vez que sucede y no hay ninguna ley que indique que no puedo aprobarlo. Hoy no hay nada que lo prohíba. Pero, en mi opinión, es un precedente peligroso y complicado. Otras leyes más complejas podrían volverse complejas, que generen otro tipo de impactos. Por ahora, mi preocupación personal permanece. Se ha encendido una luz de alerta”, señaló uno de los concejales que votó el proyecto.