La organización Media Matters, ONG que monitorea el contenido en internet, interpuso una demanda contra la plataforma X, propiedad de Elon Musk, alegando incumplimiento de contrato. La acción legal se dedujo en respuesta a las múltiples demandas que Musk ha interpuesto en diferentes jurisdicciones, incluidas Texas, Irlanda y Singapur. Media Matters aduce que tales demandas contravienen las disposiciones contractuales de los términos de servicio de X, que establecían en el momento de los hechos que cualquier controversia debía resolverse en los tribunales de San Francisco.
En su escrito de demanda, Media Matters sostiene que la presentación de litigios en foros distintos al estipulado en los términos de servicio de X constituye una violación contractual. La organización solicita la reparación de los daños y perjuicios derivados de los litigios, así como una orden judicial que obligue a Musk a cesar el litigio en Irlanda y Singapur. Además, Media Matters argumenta que el coste de su defensa legal ha generado un impacto significativo en su operatividad, con la reducción de su plantilla y el aumento de los gastos judiciales.
El conflicto legal entre las partes tuvo su origen en la publicación de un informe por parte de Media Matters en noviembre de 2023, en el que se documentaba la presunta aparición de anuncios de diversas marcas junto a contenido extremista en la plataforma X. Como consecuencia de esta publicación, diversos anunciantes retiraron su inversión publicitaria de la red social.
Posteriormente, Musk manifestó públicamente su intención de emprender acciones legales contra Media Matters. En consecuencia, presentó una demanda en el Tribunal del Distrito Norte de Texas, alegando que la organización había manipulado el algoritmo de X para generar de manera artificial la aparición de anuncios junto a contenido ofensivo. Esta acción ha sido objeto de controversia, ya que ni Media Matters ni X tienen sede en dicha jurisdicción.
Asimismo, se ha señalado que el juez designado para el caso es inversor en Tesla, lo que ha suscitado cuestionamientos sobre un posible conflicto de interés. En paralelo a la presentación de la demanda, Musk modificó los términos de servicio de X para establecer que todas las disputas legales deban presentarse en el Tribunal Federal del Distrito Norte de Texas, la misma jurisdicción donde se radicó su querella inicial. Sin embargo, la sede de X se encuentra en Austin, lo que situaría a la empresa bajo la jurisdicción del Tribunal Federal del Distrito Oeste de Texas.
Hasta el momento, ni Media Matters, ni X, ni Elon Musk han emitido declaraciones oficiales en relación con la demanda presentada por la organización.