El interés por estudiar Derecho en Estados Unidos ha experimentado un notable aumento del 20,5% en las solicitudes en comparación con el año anterior, convirtiendo el ciclo de admisiones actual en uno de los más competitivos de los últimos tiempos. Las facultades de Derecho están recibiendo cifras récord de postulantes, según informa The Wall Street Journal.
Por ejemplo, la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown en Washington D.C. ha recibido un total de 14.000 solicitudes para solo 650 plazas disponibles. En la misma línea, la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan ha registrado el mayor número de solicitudes en sus 166 años de historia.
Este fenómeno responde a una combinación de factores económicos, políticos y educativos. En primer lugar, el deterioro del mercado laboral en sectores administrativos y tecnológicos ha llevado a muchos profesionales a ver en la abogacía una opción más estable y resistente a la automatización impulsada por la inteligencia artificial. Joshua Fershée, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Creighton, señala que «El Derecho sigue siendo una de las pocas profesiones donde la inteligencia artificial no ha reemplazado el juicio humano, lo que la hace atractiva para quienes buscan seguridad laboral».
Además, los altos salarios iniciales en grandes bufetes de abogados, que han alcanzado los 225.000 dólares anuales, han generado un mayor interés en la profesión. Aunque no todos los graduados consiguen estos empleos de alto sueldo, la percepción de estabilidad financiera sigue siendo un factor determinante. Andrew Cornblatt, director de admisiones de Georgetown Law, explica que «aunque no todos consiguen estos empleos de alto sueldo, la percepción de estabilidad financiera sigue siendo un factor determinante».
El contexto político y social también juega un papel importante en este aumento de solicitudes. Las recientes controversias legales, como las relacionadas con inmigración y políticas de diversidad, han renovado el interés en el Derecho como herramienta de cambio social. Sarah Zearfoss, decana de admisiones en la Facultad de Derecho de Michigan, comenta que «muchos estudiantes sienten que la ley es un vehículo para transformar la sociedad y garantizar derechos fundamentales».
Por otro lado, la reciente modificación en el examen de admisión (LSAT), que eliminó la sección de razonamiento analítico conocida como «logic games», ha beneficiado a ciertos candidatos que antes enfrentaban dificultades con esta parte del examen.
Ante el aluvión de solicitudes, las facultades de Derecho han tenido que implementar nuevas estrategias de selección, como el uso de listas de espera escalonadas, similar a los sistemas de embarque en aerolíneas. Esto ha ralentizado las decisiones de admisión, generando incertidumbre entre los aspirantes. Los foros en línea se han convertido en espacios de discusión donde los candidatos analizan sus probabilidades de ser aceptados, lo que ha incrementado el nivel de estrés.
A pesar del aumento en las solicitudes, la cifra total de postulantes sigue siendo inferior a los picos históricos de los años 90 y mediados de los 2000, cuando se superaban los 100.000 aspirantes. Sin embargo, algunos expertos advierten sobre los riesgos de la sobrepoblación en las aulas y el impacto que esto puede tener en la empleabilidad futura de los graduados. «Me preocupa la sobreinscripción de este año y el impacto que tendrá en el mercado laboral dentro de tres años», señala Matthew Saleh, director de admisiones de Rutgers Law School.
El aumento en las solicitudes refleja el atractivo continuo del Derecho como profesión, pero también plantea interrogantes sobre la capacidad del mercado laboral para absorber a los futuros abogados.